Una delegación del Congreso de Estados Unidos llegó este domingo a Taiwán, en medio de la tensión con China por la visita que la presidenta de la Cámara de Representantes estadounidense, Nancy Pelosi, realizó a la isla días atrás. La comitiva formada por el senador demócrata Ed Markey, los congresistas demócratas John Garamendi, Alan Lowenthal y Don Beyer y la congresista republicana Amata Coleman Radewagen "visitará Taiwán del 14 al 15 de agosto de 2022 como parte de una visita más amplia a la región Indo-Pacífica", según el Instituto Americano en Taiwán.

De acuerdo con la agenda pautada, los legisladores se reunirán con altos dirigentes para discutir las relaciones entre Estados Unidos y Taiwán, la seguridad regional, el comercio y la inversión, entre otros temas. El ministerio de Asuntos Exteriores de Taiwán expresó su "sincera bienvenida a la delegación" y calificó la visita como otra señal de acercamiento entre Taipei y Washington. 

"Mientras China sigue intensificando las tensiones en la región, el Congreso de Estados Unidos ha organizado de nuevo una delegación de peso para visitar Taiwán, mostrando una amistad que no teme las amenazas e intimidaciones de China", señaló el ministerio en un comunicado. El itinerario del viaje, según informó la cartera, incluye una reunión con la presidenta Tsai Ing-wen y un banquete ofrecido por el ministro de Asuntos Exteriores, Joseph Wu. 

Sigue la tensión entre China y Taiwán

Poco antes del aterrizaje del avión con los congresistas, el ministerio de Defensa de Taiwán informó que seis buques de guerra y al menos 22 aviones de combate chinos se aproximaron a la línea de seguridad marítima del territorio. El diario Global Times, cercano al gobierno chino, indicó citando a fuentes militares chinas que "el Mando del Teatro de Operaciones Este probablemente realizará operaciones militares fuertes y potentes en las aguas y el espacio aéreo que rodean la isla de Taiwán en respuesta a la última visita de congresistas estadounidenses".

La visita de Pelosi el pasado dos de agosto exacerbó la tensión entre Estados Unidos y China, que consideró el gesto como una muestra de apoyo a la independencia de la isla y respondió con maniobras militares con fuego real y sanciones contra Taiwán. En todo momento, la Casa Blanca buscó desvincularse de esta visita y subrayó que fue una decisión personal de la presidenta de la Cámara de Representantes.

El miércoles pasado, en su primera rueda de prensa desde su viaje, Pelosi dijo que Estados Unidos no permitirá a China aislar a Taiwán y apuntó que el objetivo de su visita fue reafirmar "la fuerte relación" entre su país y la isla. Ese mismo día, China publicó un libro blanco donde expresa tolerancia cero a las actividades separatistas en Taiwán, propone una reunificación pacífica y aclara que tomará la isla por la fuerza si fuera necesario. 

Los vínculos entre China y la isla de Taiwán se rompieron en 1949, después de que las fuerzas del partido nacionalista Kuomintang sufrieran una derrota en la guerra civil contra el Partido Comunista y se trasladaran a ese archipiélago. Las relaciones entre Taiwán y la China continental se restablecieron solo a nivel empresarial e informal a finales de la década de 1980. La política fundamental del gobierno chino respecto a Taiwán es la reunificación pacífica bajo el principio "un país, dos sistemas".