La sesión especial de Diputados convocada para mañana por la oposición, con el propósito de tratar la modificación del Impuesto a las Ganancias y convertir en ley la Emergencia Social, promete ser uno de los duelos legislativos más fuertes del año, que pondrá a prueba la resistencia de la alianza oficialista. La oposición cuenta sus diputados con la idea de alcanzar los dos tercios de los presentes para poder arrancar el debate en el recinto, al tiempo que los opositores amigables rechazaron la oferta del Gobierno de postergar la sesión una semana. La pelea por Ganancias va atada a la pulseada por la Emergencia Social, que ya tiene media sanción del Senado y es impulsada por los movimientos sociales, cuyos dirigentes le advirtieron al Gobierno: “Si Cambiemos niega la Emergencia Social, la respuesta va a estar en la calle”, sostuvo el diputado Leonardo Grosso, del Movimiento Evita, que ya convocó a “ollas populares” frente al Congreso mañana. En paralelo, los movimientos sociales negociaban con la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, una mejora en la oferta que realizó el Ejecutivo y que fue rechazada por las organizaciones (ver aparte).
Aun con las diferencias de posicionamiento político frente al Gobierno, las principales bancadas opositoras (FpV, FR, BJ, PpV, Progresistas, entre otras) confirmaron que bajarán mañana al recinto a respaldar la reforma de Ganancias (con proyectos de todos los bloques, incluido el PRO cuando era oposición) y la Emergencia Social. Pero el pedido de sesión especial también incorporó al temario otras dos propuestas del Bloque Justicialista: grabar las ganancias “exorbitantes” en las operaciones de dólar futuro (muchos de los beneficiarios son funcionarios del gobierno macrista que produjo la devaluación), que recaudaría 11.550 millones de pesos para obra pública; y el Procrear Complementario, para aquellos titulares que no hayan podido concluir su vivienda.
La principal preocupación del Gobierno pasa por Ganancias y la Emergencia Social. Los legisladores de Cambiemos ya hicieron todo lo posible por dilatar y trasladar para el año próximo las propuestas opositoras. Las autoridades macristas del Senado recién enviaron el lunes 21 la media sanción que los senadores dieron a la Emergencia Social, un día después de vencido el plazo para que Diputados pudiera emitir un dictamen de comisión favorable y llevarlo al recinto mañana: ahora necesitarán dos tercios de los presentes para iniciar el debate. 
Lo mismo había sucedido con la modificación del Impuesto a las Ganancias, una promesa electoral de Mauricio Macri que ya como presidente buscó patear para el año próximo. El proyecto del Gobierno sobre Ganancias ingresó recién ayer por la tarde a Diputados, luego que la oposición lanzara su propia convocatoria para sesionar. La propuesta oficial consiste en llevar el mínimo no imponible a 21.712 pesos netos para los trabajadores solteros y a 25.231 para los casados con dos hijos, con alícuotas que van desde el 5 al 35 por ciento (ver aparte), modificando la propuesta original de elevarlas hasta un 45, después de advertir que hay jurisprudencia que considera “confiscatorio” ese porcentaje.  
Ahora, el Ejecutivo apuesta a las negociaciones por fuera del ámbito parlamentario para frenar la embestida opositora. Mientras que los diputados de Cambiemos están alistados para dar batalla en el recinto e impedir que la oposición reúna los dos tercios para tratar las propuestas y así evitar que Macri cargue con el costo político de tener que vetar los proyectos.
Ayer, el massismo “saldó” sus diferencias internas en una reunión de bloque en la que se acordó apoyar la Emergencia Social. Aunque la preocupación de los renovadores pasaba por la agenda legislativa de su líder, Sergio Massa: lanzaron un spot publicitario en Internet sobre sus propuestas de Ganancias y ayer poroteaban entusiasmados los números finos del respaldo que obtendrían en el recinto. Antes, habían rechazado una propuesta del Gobierno de postergar la sesión de mañana. 
La emergencia tiene el respaldo opositor como para convertirse en ley, pero también necesitará de los dos tercios para ser tratada. Desde los movimientos sociales lanzaron advertencias: “La emergencia social expresa necesidades urgentes y concretas. Si los funcionarios del Gobierno se llenan la boca sobre debatir la propuesta, el lugar es el Congreso y el momento es ahora”, sostuvo Grosso y señaló que “las condiciones de nuestro pueblo empeoraron durante este año de una forma muy palpable. Con este clima negar la emergencia es ratificar que son un Gobierno de ricos”. Ya habían afirmado que no abandonarán la calle si no se logra una mejora para los sectores sociales más vulnerables antes de fin de año: “Pasaremos la Navidad en la calle”. Mañana habrá una muestra con ollas populares frente al Congreso.