Un grupo de empresarios vinculados al presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, llamaron a “un golpe de estado” en caso del "regreso" del Partido de los Trabajadores (PT) al gobierno, de cara a las elecciones del 2 de octubre.

“Prefiero un golpe de estado que el regreso del PT”, manifiestó José Koury, dueño del Barra World Shopping, en Río de Janeiro, en un grupo de Whatsapp de empresarios afines a la reelección, El mensaje fue celebrado y apoyado por los miembros del grupo denominado "Empresarios & Política", según relató este jueves el periodista Guilherme Amado del medio brasileño Metropoles.

Tras la filtración de los chats, el senador Randolfe Rodrigues denunció ante la Justicia las amenazas del golpe de estado si el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva (PT), quien lidera las encuestas, gana las elecciones.

La publicación periodística señala también al propietario de la empresa de ropa de surf internacional Mormaii, Marco Aurélio “Morongo” Raymundo. El empresario escribió en esa red social cerrada: “El 7 de septiembre se está programando para unir al pueblo y al Ejército y al mismo tiempo dejar claro de qué lado está el Ejército”, dijo Morongo, uno de los miembros más radicales y activos del grupo.

“El golpe tendría que haberse dado en los primeros días de gobierno. [En] 2019 hubiéramos ganado otros 10 años más”, publicó André Tissot, del Grupo Sierra, una empresa especializada en la venta de muebles de lujo en Rio Grande do Sul.

En el grupo, también comentaron Luciano Hang, el fundador de Havan en 1986, Afrânio Barreira, de la cadena de restaurantes con 64 tiendas en el país Coco Bambu, y José Isaac Peres, propietario del gigante de los centros comerciales Multiplan.

Algunos de los empresarios sugirieron “dar un bono en efectivo o un lindo premio a todos los empleados de nuestras empresas” que voten por Bolsonaro, aunque también alertaron que habría que estudiar “si no está prohibido”. “Creo que sería comprar votos… complicado”, respondió Morongo.

Otro tema recurrente es el ataque al sistema electoral. Al igual que el presidente de la República, los empresarios aseguran que Brasil no cuenta con garantías electorales. Meyer Nigri, fundador de Tecnisa y uno de los empresarios más cercanos a Bolsonaro, manifestó que el Supremo Tribunal Electoral (STF) “será responsable de una guerra civil en Brasil”.

El actual presidente del STF, Alexandre de Moraes, a quien llaman “skinhead” del grupo criminal Primer Comando Capital, investiga a Bolsonaro en un caso sobre la divulgación de noticias falsas y ataques a la democracia al poner en duda el funcionamiento de las máquinas de votación electrónica y el sistema electoral.