El gobierno de Gustavo Petro reconoció por primera vez este martes que fue una decisión no participar en la sesión del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) en la que se condenó la supuesta violación a los derechos humanos en Nicaragua por parte del gobierno de Daniel Ortega.

El encuentro fue el 12 de agosto, cinco días después de que asumiera el gobierno de Petro. Ante las primeras críticas por la ausencia, el embajador designado ante la OEA, Luis Ernesto Vargas, explicó que aún no se habían presentado todas las credenciales para posesionar a los cargos diplomáticos.

Sin embargo, el fin de semana la cadena Caracol informó que hubo una decisión deliberada de que no hubiera representación de Colombia en ese encuentro de la OEA. Así lo reconoció, en su respuesta a un pedido de informes, el viceministro de Asuntos Multilaterales, Juan José Quintana, quien agregó que la decisión "fue debidamente consultada con el ministro de Relaciones Exteriores".

Con base en esto, el opositor Centro Democrático anunció el lunes la presentación de una moción de censura contra el canciller, Álvaro Leyva, "por su respaldo a la dictadura nicaragüense".

El reconocimiento del gobierno

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia reconoció este martes en un comunicado que "la ausencia de Colombia (...) se debió tanto a razones estratégicas como humanitarias y no ideológicas".

El canciller manifestó en el documento que existían en ese entonces conversaciones para "una acción humanitaria de envergadura en Nicaragua", de la que no da más detalles, y que "la ventana de oportunidad" para que ésta se concretara "coincidió con la votación de ese día" en la OEA.

"Se guardó silencio diplomático debido a que no podíamos hacer públicas las gestiones internacionales que se estaban adelantando antes de obtener un resultado", explicó Leyva. "Esperamos que las filtraciones (del fin de semana) no tengan consecuencias adversas a lo buscado", agregó.

El canciller aseguro que el gobierno de Petro "promueve y defiende los derechos humanos tanto en el país como en el exterior", pero a la vez señaló que "Colombia tiene una agenda bilateral con Nicaragua que requiere de un tratamiento de particular cuidado en el escenario internacional".