El seleccionado argentino de básquetbol obtuvo este sábado un cómodo triunfo sobre Islas Vírgenes Norteamericanas por 95-62, en su estreno en la Americup (Copa América) de la disciplina, que se lleva a cabo en la ciudad de Recife, Brasil.

En el estadio Geraldao Magalhaes de la capital del Estado de Pernambuco, el equipo albiceleste consiguió un contundente éxito en la primera presentación oficial del cordobés Pablo Prigioni como DT. El exjugador de los New York Knicks y actual asistente en Minnesota Timberwolves tomó las riendas del conjunto nacional en reemplazo del bahiense Néstor ‘Che’ García (se alejó el martes pasado, tras la victoria sobre Bahamas en Mar del Plata por la eliminatoria mundialista) y logró un aprobado en su primer examen.

El quinteto albiceleste continuará la disputa de la zona B del certamen continental con el duelo que sostendrá este domingo a las 20.10 con República Dominicana, que hoy perdió con Puerto Rico por 88-82.

El escolta del Barcelona Nicolás Laprovíttola se erigió  en la máxima vía de gol del equipo argentino, con un saldo de 18 puntos (3-3 en dobles, 3-6 en triples, 3-3 en libres), una asistencia, un recupero y un bloqueo en los 22 minutos que permaneció en cancha. Facundo Campazzo colaboró con 13 unidades, 9 asistencias, 4 rebotes y 3 robos en 21 minutos, mientras que el alero santiagueño Gabriel Deck contribuyó con 14 tantos, 2 pases gol, una tapa y un rebote en casi 19 minutos.

El encuentro solamente fue parejo en el primer cuarto, cuando después de un arranque 8-0, Argentina se desconcentró, perdió cuatro balones y permitió una reacción de los isleños, quienes -inclusive- pasaron al frente por 19-17, a poco más de 2 minutos para la conclusión del primer cuarto. El quinteto albiceleste exhibió dos buenas maniobras que finalizaron en conversiones en el cierre del capítulo inicial, razón por la cual los del DT Prigioni se marcharon arriba 29-24.

En el comienzo del segundo segmento, el conjunto albiceleste comenzó a definir el pleito: demostró paciencia para hacer circular el balón y provocó pérdidas del adversario (5) en la primera línea. Así, un parcial 12-0 le dio a la Argentina una ventaja tranquilizadora (41-24) para dominar desarrollo y tanteador con comodidad. En el comienzo del tercer período bastó que Campazzo encendiera los motores para que la diferencia se ensanchara hasta los 30 puntos para una completar una cómoda victoria.