Los festivales se construyen sobre la base de una mirada, y el Festival Internacional de Cine de los Países del Sur del Mundo (Ficsur) no es la excepción. “Todo está pensado bajo el concepto de la propia mirada del sur sobre el sur. El tema de mirarnos en espejos del norte ocupa demasiado espacio. El objetivo sobre el cual está apoyado este evento es colaborar con la circulación en el sur de películas hechas en el sur para fomentar una mirada propia”, dice a PáginaI12 su directora artística, la realizadora Paula de Luque. Organizado por el Grupo Octubre, el Ficsur, que se realizará hasta este sábado en cinco sedes de la Ciudad de Buenos Aires, cuenta con más de un centenar de films, entre cortos, medios y largos, todos ellos de América Latina, África y Oceanía. Dentro del primer conjunto se destacan las producciones provenientes de Ecuador, país que oficia como “invitado” de esta edición. Entre las segundas, el mayor foco de atención recae en “Francia presenta a África”, que alberga doce largos coproducidos por el país del gallo.

“Ecuador se construye como uno de los protagonistas del cine latinoamericano actual. Su producción se encuentra en ebullición, no solo por su cantidad, sino por la pluralidad temática, narrativa, estética y enunciativa”, escribió el programador Bernabé Demozzi en el catálogo, disponible en Ficsur.com.ar. La sección dedicada a esa cinematografía busca dar cuenta de esa variedad, además de servir de paliativo ante la falta de circulación de películas latinoamericanas en una región donde, igual que en prácticamente todo el mundo, el cine de Hollywood pisa con la fuerza de un gigante. “La idea del Ficsur es justamente contrarrestar esa tendencia y comenzar a hacer posible la circulación de películas regionales. Por supuesto que es nuestro pequeño granito de arena. Pero apuntamos a que, con el tiempo, el festival se instale como un polo cinematográfico en el sur y genere un mercado”, explica la directora de Juan y Eva y del documental Néstor Kirchner, la película.

“Ecuador país invitado” está compuesta por nueve títulos, entre los que se destacan el documental Con mi corazón en Yambo, que narra en primera persona el intento de la directora María Fernanda Restrepo Arismendi de reconstruir el rastro de sus hermanos desaparecidos cuando ella tenía 10 años; Mono con gallinas, drama bélico dirigido por Alfredo León León que aborda el conflicto limítrofe entre Ecuador y Perú de 1941 a través de la óptica de un joven soldado; Ochentaisiete, en la que los realizadores Anahí Hoeneisen y Daniel Andrade imaginan el reencuentro de cuatro amigos de la infancia ya adultos; y Saudade, de Juan Carlos Donoso Gómez, que cuenta el proceso madurativo de un chico de 17 años en vísperas de terminar el colegio secundario. Los otros títulos son Cuando me toque a mí, de Víctor Arregui; Mejor no hablar de ciertas cosas, de Javier Andrade; Santa Elena en bus, de Gabriel Páez; Silencio en la tierra de los sueños, de Tito Molina; y Sin otoño, sin primavera, de Iván Mora Manzano.

“Son películas de África en coproducción con Francia. O sea, no es ‘Francia mirando a Africa’ sino apoyando las cinematografías africanas”. Así definió De Luque a la sección presentada por la Embajada de Francia y la Alianza Francesa, que tiene doce largometrajes sobre temáticas relacionadas con el continente negro. Los puntos más altos son, sin dudas, Les éclats (Ma gueule, ma révolte, mon nom) y Brûle la mer. El primero es un viejo conocido para el público porteño debido a su paso por el Bafici hace un par de años. Realizado con material no incluido en Qu’ils reposent en révolte (Des figures de guerre), que ganó la Competencia Internacional del festival porteño de 2011, el documental de Sylvain George retrata en forma de collage impresionista, mediante un riguroso blanco y negro, la violencia que sufren los centenares de inmigrantes que intentan salvarse atravesando el Eurotúnel con destino al Reino Unido. La violencia xenófoba también está presente en el film de Maki Buchache y Nathalie Nambot. Estrenado en el reputado FID Marseille, Brûle la mer es un ensayo sobre la fuerza de una revolución presentada mediante historias fragmentarias de lucha y exilio de jóvenes tunecinos después de la caída de Ben Ali.

* Programación completa de las actividades especiales, grilla de horarios y catálogo en ficsur.com.ar