La despedida de Roger Federer mostró pinceladas de su talento, pero no pudo ser perfecta. El suizo, en pareja con el español Rafael Nadal, perdió en su último partido profesional ante los estadounidenses Jack Sock y Frances Tiafoe por 4-6, 7-6 (7-2) y 11-9 en la Laver Cup, el torneo por equipos que eligió para retirarse.

Federer le puso punto final a 24 años de carrera en los que cosechó 20 títulos de Grand Slam, 103 torneos, 310 semanas como número uno y, sobre todo, uno de los estilos de juegos más elegantes y vistosos de la historia.

Federer, acompañado por su familia y escoltado por su amigo Nadal, puso el broche final a su trayectoria deportiva en la ciudad donde se coronó con ocho Wimbledon, más que ningún otro hombre en la historia. Al suizo se le vieron destellos de su innegable calidad, pero los problemas de movilidad, producto de las últimas tres operaciones de rodilla que forzaron su retiro, quedaron evidentes en varios pasajes del partido. 

La derrota de la pareja 'Fedal' dejó a Europa empatada a dos tras la disputa del primer día de competición en la Laver Cup. Uno de los puntos del conjunto europeo lo consiguió el griego Stefanos Tsitsipas, que superó por 6-2 y 6-1 a Diego Schwartzman en una hora y 16 minutos de juego.

Tras el partido y todavía en el court, Federer aseguró que está viviendo esta etapa sin tristeza, que se siente feliz. "Hemos conseguido pasar esto de alguna manera", dijo Federer a pie de pista, acompañado por Jim Courier, ex número uno del mundo y ahora presentador televisivo. 

"Ha sido una día maravilloso. Estoy feliz, no triste. He disfrutado de ponerme mis zapatillas una última vez. He tenido a mis amigos aquí, mi familia, a compañeros... Estoy muy contento de haber jugado el partido", añadió el helvético, que no paró de llorar en toda la ceremonia de despedida. "Nunca hubiera esperado todo esto. Yo solo quería jugar al tenis. Ha sido perfecto, lo haría de nuevo. Mi final ha sido como lo deseaba".