32 años es mucho tiempo. Aquí en la redacción es más de la mitad de la vida de los que iniciamos el proyecto, dos tercios de la mayoría del staff y el resto no había nacido o estaba en eso. Lo cierto es que el paso del tiempo reafirma los rasgos distintivos, así pues el que era de joven cabrón es después un viejo cabrón, o un amarrete de chico es un miserable de grande, y así también con la bondad y los atributos varlorables. Rosario/12 tal vez no tenga muchos de éstos últimos, pero sí uno del que estamos seguros y es probablemente la explicación de su perdurabilidad: estar plantado en el mismo lugar, igual que Página/12 que puede variar en matices, pero en cuya páginas se encontrará persistentemente la defensa de los derechos humanos, las libertades publicas, la justicia social y el estado de derecho. Han sido tiempos difíciles, y en adelante puede que sean más difíciles, pero en ningúncaso -y eso lo hemos visto a lo largo de más de tres décadas- nada hará que un diario que nació en los albores de los '90 como una voz alternativa, necesaria y reconocida, sea otra cosa que eso mismo, pero más acentuado, como los viejos. "Las del inglés", dijo un colega cuando le contamos que hoy Rosario/12 comenzaba el camino hacia los 33 años. Otro trajo a colación a Julio Iglesias y su célebre LP con ese nombre. En ambos casos, las apelaciones denotan el paso de tiempo.