El ministro de Economía, Sergio Massa, presentó los resultados obtenidos por el "dólar soja" y dio por concluida la medida. La venta total de la cosecha acumuló 8123 millones de dólares en los 25 días en los que estuvo vigente el régimen, de los cuales ya se liquidaron 7646 millones. El resto de la liquidación de las operaciones ya cerradas se concretará en los próximos días. 

Además, el jefe de Hacienda adelantó que el lunes próximo se van a presentar dos fondos de apoyo a pequeños y medianos productores y economías regionales y que en los días siguientes hará lo propio con un programa de beneficios para los sectores económicamente más vulnerables. También anticipó que se viene un nuevo esquema de control de las importaciones. Habrá nuevas medidas de promoción para sectores exportadores, aunque Massa descartó replicar un dólar diferencial.

El cierre

"Es un resultado más que satisfactorio y representa un récord en términos de exportaciones", indicó Massa en conferencia de prensa. La apuesta por el dólar diferencial para los productores de soja que mantenían stockeada parte de la cosecha dio sus frutos en términos de acumulación de dólares en las reservas del Banco Central.

Sin embargo, trajo también polémica por el favor distributivo a segmentos de altos ingresos e incrementó la emisión de pesos. De ahí que Massa anticipara medidas en favor de otros sectores. Además, la avalancha de dólares sojeros impulsó la emisión del Banco Central y posterior esterilización, que también acumula tensión monetaria. 

Los 8123 millones totales están por encima del objetivo inicial que se había propuesto Massa, de unos 5 mil millones de dólares. La intención oficial era pasar con menos sobresaltos el último tramo del invierno, que apretó los números del comercio exterior mediante el alza de las importaciones energéticas.

El gran incentivo para los sojeros consistió en la posibilidad de vender la cosecha a un dólar de 200 pesos, por encima del valor oficial, que ronda los 150 pesos. Se liquidaron a través del dólar diferencial unas 13,7 millones de toneladas por parte de más de 44 mil productores, entre personas jurídicas y físicas.

El flujo de venta de porotos de soja se mantuvo a pesar de los ruidos que generó el freno que puso el BCRA a la compra de dólares financieros de las empresas que vendieron granos con el beneficio. El "dólar soja" vino a perfeccionar el esquema de incentivos previo que había intentado Silvina Batakis, que permitía convertir el 30 por ciento de la venta al valor del dólar ahorro. Este mecanismo, en medio del fuerte ruido político y por su propia falta de claridad, no contó con el resultado esperado.

A partir del dólar soja, el Banco Central logró acumular en forma neta 4600 millones de dólares en el mes, con lo cual revirtió la tendencia de deterioro de las reservas. Así, llevó cierta calma transitoria en el mercado cambiario, luego de la fuerte tensión de julio y agosto. "Nos da tranquilidad en un contexto en el que veníamos con un alto nivel de preocupación", indicó Massa.

Metas y próximos pasos

"Claramente, se alcanzó lo que establecía la meta trimestral de reservas --definida en el acuerdo con el FMI--. Esto es muy positivo porque nos muestra a nosotros mismos la capacidad de reacción para cumplir nuestra palabra. Los dólares que conseguimos ahora es tiempo de cuidarlos", dijo Massa. Además, consideró que "respecto de la meta fiscal también tengo una mirada más que positiva". 

En relación a las versiones acerca de una supuesta implementación progresiva de tipos de cambio diferencial para otros rubros con alto contenido exportador, Massa explicó lo siguiente: "el complejo sojero tiene una particularidad única, porque el nivel de retenciones es el más alto entre los bienes primarios, exporta prácticamente todo lo producido y es una cadena altamente integrada. La realidad de otras economías es distinta por el impacto en la mesa de argentinos. En muchos de esos sectores, el problema es que arrastran el precio internacional al precio local".

Massa también se refirió a la brecha cambiaria y dijo que "cambiar de un día para el otro de manera brusca la cotización del peso implica empujar a un 20 por ciento de los argentinos hacia la pobreza o la indigencia. Esto puede ser muy útil en un Power Point, pero Argentina no es un Power Point y por lo tanto no hay soluciones mágicas".