TOGO - 6 PUNTOS

Uruguay, 2022

Dirección y guión: Israel Adrián Caetano

Duración: 95 minutos

Intérpretes: Diego Alonso, Catalina Arrillaga, Néstor 'Tito' Prieto, Luis Alberto Acosta, Marcos Da Costa, JoelAlva13, José Pagano, Federico Morosini, Sabrina Valiente.

Estreno: Disponible en Netflix.

La producción de Netflix Togo no solo marca el regreso de Adrián Caetano al cine cinco años después de El otro hermano (2017), gran adaptación de la novela Bajo este sol tremendo, de Carlos Busqued. Un lustro en el que pasó con éxito por la televisión, dirigiendo series como Sandro de América, Apache: la vida de Carlos Tevez y El marginal. Pero aunque su carrera está unida estrechamente a la Argentina, donde realizó sus trabajos anteriores, Caetano es uruguayo y Togo representa el primero producido y ambientado en su país. Una diferencia que parece sustancial, pero no lo es. Primero, porque la idiosincrasia y la arquitectura oriental son parte de esa identidad rioplatense compartida y, salvo por las habituales diferencias en el habla cotidiana y la presencia notoria del río como elemento integral del paisaje, la historia bien podría transcurrir en algún lugar de Buenos Aires (ciudad y provincia), Rosario o alguna otra ciudad.

Pero además, Togo vuelve a tener lugar en la geografía marginal sobre la que se mueve el grueso de la obra de Caetano. Desde la seminal Pizza, Birra, Faso (1998, dirigida junto a Bruno Stagnaro), pasando por algunos de los trabajos ya mencionados, a los que se podrían sumar las películas Bolivia (1999), Un oso rojo (2002) y la icónica serie Tumberos, el director uruguayo ha construido un imaginario ambientado en espacios propios de la clase obrera y el lumpen. Y siempre narrando con espíritu clásico y amor por los géneros populares. Como en su ópera prima, acá vuelve a elegir la calle como escenario, tomando como protagonista a un mulato rengo más avejentado que viejo, quien vive en una plaza y trabaja de cuidacoches en un barrio de Montevideo. Querido por los vecinos de la zona, Togo es un tipo hosco pero honesto que no parece sufrir la vida que lleva. Sin embargo, la llegada de una banda narco que pretende hacer base en el barrio lo obligará a defender su lugar en el mundo y a sus afectos.

A pesar del escenario elegido, Caetano construye en torno al protagonista un universo de gran pureza, aunque no exento de dolor. El mismo tiene a Togo como eje en torno al cual orbitan una adolescente de clase alta con problemas afectivos, una hija internada en una granja de rehabilitación y otro lisiado que comparte trabajo con el protagonista. Pero a pesar de que se trata de almas rotas, ese mundo idealizado los integra y es generoso con ellos. La aparición del narco funciona como un alfiler de realismo y sordidez que viene a pinchar esa burbuja. 

Si bien se trata de una obra menor dentro de su filmografía, Caetano logra transmitir su amor por el relato clásico. La escena en la que Togo enfrenta a dos matoncitos que intentan usurparle su territorio está resuelta de forma brillante, colocando la cámara en los lugares justos, encuadrando solo aquello que es pertinente y montada con la precisión del mejor Caetano. Detalles que logran equilibrar algunos excesos de este lúdico cuento de hadas de la calle