César Gustavo Regueiro tenía 57 años. Le decían “Lolo” y era fanático de Gimnasia y Esgrima La Plata. Era también militante peronista de Ringuelet. En la noche del jueves fue a la cancha con su hija, Juliana, a hacer una de las cosas que más le gustaban: alentar al Lobo. A los 9 minutos del inicio, el partido contra Boca se suspendió por graves incidentes fuera del estadio, la policía inició una represión y, a causa del operativo de las fuerzas de seguridad, “Lolo” se descompensó y murió de un infarto.

La vida de Lolo estaba ligada al fútbol desde siempre. Y no solo como hincha. En su juventud fue jugador profesional en el Club Atlético Villa San Carlos -que hoy se encuentra en la Primera B- y en la Liga Platense de Fútbol. Su carrera deportiva tenía un hito: lo habían nombrado como uno de los “Súper 8”, mediocampistas derechos, que se destacaron en la Liga Amateur platense.

Fue la hija de Regueiro, Juliana, quien contó en sus redes sociales el trágico desenlace de esa noche. “Vinimos a alentar al Lobo y se me fue el Gordo....quiero avisar acaba de fallecer mí papa Cesar Gustavo Lolo Regueiro”, publicó en su cuenta de Facebook. “Jamás pensé pasar por esta locura, esta desgracia de perder a mí viejo yendo a ver una vez más a nuestro querido ‘Lobo’. Tantos tablones compartidos de local, de visitante, y jamás pensé que por una maldita represión policial te me ibas a ir. Te Amo Gordo y que se haga justicia de allá arriba”, reclamó.

Regueiro falleció cuando salía del estadio. Le realizaron trabajos de RCP en el lugar, pero no lograron reanimarlo y llegó muerto al hospital San Martín.

“Lolo” vivía en Tolosa, localidad de La Plata, y era empleado municipal. Así lo confirmó el intendente de la capital provincial, Julio Garro, quien apuntó contra los dirigentes del club Gimnasia por no haber querido que el partido se disputara en el estadio Único de la Ciudad.

“A mi hermano lo mató la represión policial –señaló Oscar Regueiro, el hermano del “Lolo”– Fue una pesadilla que nunca me la voy a sacar de la cabeza. Yo estaba con mi hermano en la cancha, fuimos a alentar a Gimnasia porque somos fanáticos de Gimnasia, lo seguimos a todos lados, damos la vida por Gimnasia”.

Su sobrina Juliana –hija de Lolo– no solo vivió aquel traumático episodio, sino que vio a su padre fallecer en sus brazos: “Cuando nosotros salimos de la cancha estábamos con mi hija, con sus dos nietitos y con su hija. Él se muere en brazos de la hija. Los nietos vieron morir a mi hermano. Decime, ¿Qué psicólogo, qué doctor va a curar el dolor a ese nieto que no va a ver más a su abuelo? ¿Quién nos va a solucionar esto? Nadie. Se tienen que hacer cargo las autoridades, pagar, porque nosotros pagamos la entrada, nosotros fuimos a ver un partido de fútbol, no a que me maten a mi hermano”.

Oscar Regueiro reveló que su hermano había recibido asistencia médica en medio de los gases lacrimógenos, hasta que la Policía comenzó a reprimir a los simpatizantes de Gimnasia: “Que quede claro que a mi hermano cuando lo tiran al piso, empiezan a reprimir al doctor, que se asusta y sale corriendo. Y apenas sale corriendo el doctor, le tiran dos gases a mi hermano al lado y mi hermano se termina de morir. Está todo filmado eso”.

Y continuó: “No lo dejan ayudarlo porque cuando mi sobrina le está tratando de hacer RCP, se acerca el médico y le empiezan a tirar balas de goma. Cuando el médico se asusta, sale corriendo y le tiran un gas al lado de mi hermano y ahí mi hermano se terminó de morir”, reveló conmocionado. “Lo mata la Policía a mi hermano, que conste que a mi hermano lo mató la Policía. La hinchada de Gimnasia en ningún momento echó a los médicos, al contrario, todos trataban de huir porque era una locura”, sentenció.

Oscar Regueiro consideró que los hechos de violencia policial “no se iban a evitar” ya que, según opinó, “no fue una casualidad, estuvo preparado”, y acusó: “hecho por una mano negra”. En tanto, criticó la versión que alega que hubo incitación a la violencia por parte de los hinchas y cuestionó que lo se abrieran las puertas. “¿Por qué no las abrieron cuando la gente pedía con los hijos, criaturas y abuelos que abran las puertas para salir porque se estaban muriendo ahogados?”.

“Nosotros pedimos justicia por César Gustavo Regueiro, una persona de bien, un trabajador municipal, una persona muy querida...”, aseguró. “No se merecía morir como murió, mi hermano no murió por un tema de violencia, a mi hermano lo mató la represión policial”, sentenció.

En tanto Sergio, el hijo del hincha fallecido dijo que su padre “estaba con sus nietos de 5 y 6 años en la popular cuando empezaron a tirar gases, los nenes le dijeron que no podían respirar y él se desesperó”.

“Estaban a punto de salir, pero la policía volvió a tirar gases. Quiso irse, no pudo. Ahí se descompuso y cayó al piso. Estamos todos en shock. El ministro (de Justicia) Julio Alak nos llamó y se puso a disposición”, contó a la prensa en la puerta de su casa en La Plata.Lolo Regueiro, una vida ligada al fútbol