Ayelén Mazzina, de 32 años, fue designada al frente del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Disidencias, tras la renuncia de Elizabeth Gómez Alcorta. Mazzina es activista feminista y lesbiana, viene de ejercer el cargo de secretaria de Mujeres y Diversidad en su provincia, San Luis. Ese es justamente el territorio donde este fin de semana largo tuvo lugar el 35° Encuentro Plurinacional de Mujeres y Disidencias, en el que -en su rol de secretaria y según aseguraron a este diario desde la Comisión Organizadora del Encuentro- Mazzina tuvo una participación más que activa.

Apenas algunas horas después de aceptar el cargo para el que fue convocada por el presidente Alberto Fernández, Mazzina declaró: “No siento que haya sido elegida solo yo, sino que detrás mío hay un equipo y una provincia muy grande que ha abrazado siempre con mucha convicción y compromiso. Nuestro primer objetivo y la columna vertebral desde 1986 en San Luis han sido no solo los derechos de las mujeres, sino también los derechos humanos, las comunidades originarias, las mujeres rurales”. 

“Todavía hay muchas cosas por las que tenemos que seguir luchando y leyes que aún no se cumplen. Pero hay una fuerza que se pudo ver (durante el 35º Encuentro Plurinacional de Mujeres y Disidencias realizado en San Luis) de un feminismo que no se va a dejar interpelar por nadie. Aun con una avanzada de la derecha, no nos tenemos que dejar caer. Creo que juntas podemos construir algo mucho más grande”, dijo la flamante ministra sobre los desafío que enfrenta, en declaraciones al portal puntano El diario de la República.

En el entorno de la designada ministra hay sorpresa. Hasta este lunes no se esperaba el nombramiento, a pesar de que se sabía que Mazzina había sido recomendada, ante la consulta del Presidente, por la ministra saliente, Gómez Alcorta, por Victoria Tolosa Paz (nombrada como nueva ministra de Desarrollo Social) y por el propio gobernador puntano, Alberto Rodríguez Saá.

Mazzina es profesora de Ciencia Política y tiene una relevante trayectoria militante dentro del Partido Justicialista de su provincia. Fue concejala además de congresal del PJ San Luis, y acompaña al gobierno del Frente de Todos desde el comienzo: encabezó la lista a diputados nacionales, por el Frente Unidad Justicialista, junto a Carlos Ponce en las elecciones que llevaron a la presidencia a Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner.

Como secretaria de la Mujer, Diversidad e Igualdad de San Luis, Mazzina impulsó la Ley de Paridad de Género aprobada en 2020. Entonces se refirió al tema como “una deuda que tenemos con la sociedad” y como “fruto de un debate con todas las mujeres del Ejecutivo provincial, con docentes, merenderos, consejeras, comunicadoras, entre otros sectores”. 

Otro de los logros de su gestión fue sostener el proyecto de pabellón violeta en la cárcel de la provincia, reservado para la población lgbtiq, el Programa de Gestión Menstrual Sostenible, las consejerías integrales de género y la implementación de la línea 144 a la cual se puede denunciar violencias, que brinda atención las 24 horas.

Sobre la charla con el Presidente, Mazzina declaró: "Me dijo que antes había hablado con el gobernador, que estaba orgulloso de mi trabajo. También dijo que había consultado a muchas compañeras del país y todas coincidían en que el nombre tenía que ser de San Luis. Han estado viendo mucho la provincia, las políticas públicas que se han desarrollado acá. Yo agradecí, y aún estoy en shock. Creo que se puede construir mucho".

Su nombramiento llega tras la aceptación por parte de Alberto Fernández de la renuncia presentada por Gómez Alcorta, quien cuestionó el operativo represivo realizado la semana pasada contra la comunidad Lafken Winkul Mapu, en Villa Mascardi, Río Negro. En el marco del operativo siete mujeres mapuches fueron detenidas por orden judicial durante el procedimiento realizado para el desalojo de predios ocupados en la región. Como advirtió pocos días atrás Gómez Alcorta, las mujeres mapuches (una de ellas, embarazada, y otras a cargo de niños pequeños) estuvieron incomunicadas por más de 48 horas y privadas del derecho a la defensa.