Producción: Natalí Risso

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Oportunidad de crecimiento

Por Luis Galeazzi (*)

Mucho se trabajó en estos últimos años para que la comunidad académica y empresarial, los gobernantes y legisladores, y la sociedad en su conjunto fueran incorporando la idea de que vivimos en una era digital, motorizada por industrias del conocimiento cuyo insumo esencial es el talento profesional. Nació así el concepto de Economía del Conocimiento.

Pero no se trata meramente de un sector de la economía, hablamos de un nuevo recurso que permea a todas las actividades humanas potenciando nuestra capacidad de repensar todos los sistemas económicos, sociales y culturales que hacen a nuestra vida. Se trata de una sociedad digital basada en el conocimiento.

Argentina participa de esta nueva era por derecho propio. Una importante comunidad de profesionales, científicos y empresas alimentan un ecosistema de conocimiento altamente respetado en el mundo. Asimismo, es el tercer sector exportador del país, emplea más de 460 mil trabajadores de medio y alto nivel salarial, radicados en toda la geografía nacional, y, sobre todo, navega una ola de crecimiento global que se expande sin reconocer límites, sobre todo luego de la pandemia.

En este próspero marco global deben reconocerse dos principales barreras locales: la macroeconomía perturba el desarrollo de inversiones y negocios por su inestabilidad y por la enorme brecha cambiaria, y la demanda de profesionales en tecnología es más urgente que la capacidad del sistema educativo en formarlos. Ambos problemas son evidentes y deben ser el foco de la política pública inmediata de todo el arco político, porque la economía del conocimiento no es un fenómeno que pueda sectorizarse, es un cambio de época que compete a todos.

En ese sentido se vienen sucediendo algunos hechos positivos que merece destacar. La economía del conocimiento ha sido reconocida por primera vez con el nivel de una Secretaría de Estado en el organigrama del Gabinete Nacional, equivalente a industria, agricultura o energía. La pasada semana se conoció un DNU que permitirá a las empresas acceder a dólares libres por un monto igual al 30 por ciento del incremento de sus exportaciones. Simultáneamente, la Secretaría de Economía del Conocimiento anuncia el proyecto educativo Argentina Programa 4.0, ampliando la oferta federal de programas de capacitación en diversas temáticas de tecnología informática, y el Ministerio de Economía trabaja en un plan de fortalecimiento de la imagen exterior argentina como proveedora de talento y servicios de tecnología de alta calidad, poniendo como foco la competencia directa con países referentes de nuestra región en la captura de mercados globales.

Son todos pasos positivos dados en el buen sentido. Sin embargo, el desafío que enfrentamos es muy grande y es muy alta la urgencia por adecuar nuestro ecosistema a la realidad de los mercados globales. Aún resta mucho por hacer, en un momento crucial en nuestro desarrollo. Hoy enfrentamos una nueva posibilidad de dar un salto de calidad que mejore la vida de nuestros compatriotas. De nosotros depende.

(*) Director Ejecutivo de Argencon.

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Talento y planificación

Por Sergio Candelo (**)

El Ministerio de Economía de la Nación, a cargo de Sergio Massa, presentó recientemente el plan estratégico de crecimiento de nuestro país basado en 4 pilares: agro, industria, minería-energía y economía del conocimiento, que incluye a la industria del software. Frente a este escenario, es importante destacar las claves que posicionan al sector como uno de los cuatro pilares fundamentales para el crecimiento de Argentina.

En 2002 la industria del software empleaba a 20.000 personas y exportaba 20 millones de dólares. Hoy el número de profesionales IT alcanza los 140.000 y la tecnología de la información genera anualmente unos 4.000 millones de dólares, de los cuales 2.000 millones son exportaciones. Sin mencionar que somos la actividad de más de 50.000 empleados que más trabajo generó entre 2019 y 2021, con un crecimiento sobre el 15 por ciento en el último año, y con más de 15.500 nuevos empleos formales, calidad, inclusivos y federales.

Además, el sector cuenta con algunos de los mejores sueldos del país, según el último informe realizado por el Observatorio Permanente de la Industria del Software (OPSSI) y en el que participaron micro, pequeñas, medianas y grandes empresas de tecnología de todo el país -que en conjunto emplean a más de 35 mil asalariados- a enero de 2022 la mediana salarial de los trabajadores de la industria casi triplica la Canasta Básica Familiar de ese mes (INDEC). Ingresando así dentro del 4 y el 5 por ciento de quienes más ganan entre todos los asalariados del sector privado.

Somos una industria joven. Empezamos hace relativamente pocos años y nos encontramos frente a un enorme desafío, ya que contamos con una escasa oferta de profesionales, frente a una demanda creciente de expertos en esta área. Históricamente suelen quedar entre 10.000 y 15.000 puestos laborales sin cubrir. Es por eso que impulsamos iniciativas para potenciar oportunidades que les permitan tener un desarrollo profesional y personal de primer nivel a todos los habitantes del país.

En ese sentido, a fines de 2021 presentamos el programa Software as a Future (saaf.org.ar), una iniciativa que busca generar un mayor desarrollo productivo a través de incentivos para la elección de las profesiones digitales, formación para la empleabilidad en tecnología en todas sus etapas y niveles, trabajo y crecimiento de nuevos profesionales, así como la generación de divisas a partir del incremento sustancial de exportaciones.

Entre los principales objetivos del proyecto está la creación de más de 400.000 nuevos empleos federales entre 2022 y 2031 inclusive. También buscamos generar más de 20.000 millones de dólares de producción bruta anual al año 2031, lo que representaría el 5 por ciento del PBI. Nuestra industria se convertirá así en la segunda más importante del país en generación de riqueza. A su vez, proyectamos generar exportaciones por más de 10.000 millones de dólares anuales.

Otra iniciativa, que se desprende de SaaF, es #YoProgramoEnMiCiudad. Esta tiene como propósito articular el trabajo entre las empresas socias de CESSI, los Polos y Cluster tecnológicos, y los municipios y ciudades del país, ofreciendo un acompañamiento a los futuros talentos IT. Por otro lado, buscamos incentivar el desarrollo de semilleros, cursos y programas complementarios de pasantías que contribuyan a la formación de aquellas personas interesadas en tecnología para que puedan acceder a su primer empleo en la industria.

La demanda tecnológica seguirá siendo muy fuerte en el futuro y, por lo tanto, también lo será la demanda de conocimiento. En este escenario, el desafío del gobierno, las empresas y los sistemas educativos es coordinarse y trabajar en conjunto para formar profesionales que puedan aprender durante toda su vida.

Estamos convencidos de que el conocimiento puede traer un gran futuro para Argentina. Para poder seguir creciendo, el sector necesita de más políticas públicas que valoricen el trabajo realizado y que preparen el terreno para lo que será el auge de la Economía del Conocimiento en general, y de la Industria del Software en particular. Como industria somos un ejemplo de que la planificación rinde sus frutos y de que no hay techo para la producción y exportación de servicios.

(**) Presidente de la Cámara de la Industria Argentina del Software (CESSI).