El Club Cultural Matienzo dejará de funcionar en su sede de Pringles 1249, en Villa Crespo, a partir del 31 de diciembre, ya que, según comunicaron, los dueños del inmueble no les renovaron el contrato de alquiler para venderlo, demolerlo y contruir un edificio en el lugar. "Hicimos todo lo posible para quedarnos", dijeron desde el CCM, que funciona allí desde 2013.

"Abandonar nuestra casa es un golpe inimaginable, es dejar atrás años de trabajo, sacrificio, es decirle adiós a una parte muy grande de nuestra historia e identidad", dice también el comunicado, aunque asegura que "el Club va a volver, confiamos en que esto es solo una transición". 

En el comunicado el CCM asegura que su situación también afecta a "muchísimos espacios culturales de la ciudad", y que no causa "sorpresa", ya que en la misma cuadra "ya se ha construido una torre, hay otras dos en vías de construcción y en toda la zona aledaña parece ser la tendencia irreversible". 

También cuenta que hicieron "todo lo económicamente posible para hacer llegar a una renovación contractual", que no se consiguió, luego del esfuerzo que significó ponerse de pie tras la pandemia, cuando renovaron su espacio, escenario de artistas independientes de muchas disciplinas "que pedían a gritos volver a la presencialidad".

En febrero de este año, la organización "El Movimiento" alertaba sobre la presentación de cerca de un centenar de nuevos convenios urbanísticos firmados por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires con empresas constructoras para autorizar "excepciones inmobiliarias" que posibiliten el desarrollo de edificios de mayor altura a las permitidas en la actualidad.

Los convenios urbanísticos son una herramienta contemplada en el Código que regula las normas para las nuevas construcciones que se planifiquen en el distrito, la cual debe estar autorizada "siempre y cuando estén orientados a mejorar la calidad de vida o el ambiente urbano". 

Al respecto, desde "El Movimiento" señalaron que "no es esa la idea que alienta los convenios ya firmados por el Ejecutivo" dado que "en la mayoría se ofrece como compensación, no una mejora ambiental o en la planificación, sino dinero, una compensación económica, con una lógica meramente recaudadora".

El impacto de la pandemia en los centros culturales porteños

La pandemia visibilizó la precariedad de los espacios culturales independientes en la Ciudad. El 85% de las organizaciones no pudo cubrir los gastos mensuales de funcionamiento y el 56,9 se encontraba endeudado, a marzo de 2021, según datos del informe realizado por el Centro de Estudios Metropolitanos (CEM). 

El 70,6% de los espacios logró volver a abrir sus puertas en marzo del año pasado y el 26,6 continuaba con sus sedes cerradas, aunque con sus proyectos vigentes. Quienes cerraron definitivamente lo hicieron en marzo y abril de 2020 y al principio de la segunda ola, en los primeros meses de 2021. Para más del 50% de los centros culturales la mitad de las personas que formaban parte del equipo tenían su trabajo como único o principal ingreso. Hubo una reducción de fuentes laborales cercana al 30 durante el primer año de la pandemia: de 2.107 personas que colaboraban de forma permanente a 1.436.

En estos momentos, el Club Cultural Matienzo tiene en cartel las obras "Torres gemelas. Dramaturgia con el destino", de Nelson Ansiporovich, "Mía", de Mercedes Bertuzzi, y "Caen lluvias suaves", de Marcos Chaves. En tanto, antes del cierre de la actual sede, subirán a escena "Inquilinxs (Historias improvisadas)", "Un instante prendido fuego", dirigida por Eugenia Fernández, Sofía Soriano y Zoe Videla Allende y "Escuela de chicas Almodóvar", de Lourdes Cetrángolo. También habrán numerosos espectáculos musicales, bandas en vivo, y fiestas abiertas a la diversidad.

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