"Hay gente que la está pasando muy mal", admitió el precandidato a diputado nacional de Cambiemos, Albor Cantard. El secretario nacional de Políticas Universitarias pidió "paciencia" y "confianza", porque el macrismo está en el "camino correcto". De cara a la arena electoral, el delfín del intendente Corral dijo que Jorge Boasso "no es Cambiemos" y el gobernador Miguel Lifschitz "no aprovecha lo suficiente" la "nueva relación" que la Provincia tiene con el gobierno nacional.

--El presidente Macri y sus principales ministros ya pusieron en tela de juicio a las PASO, ¿qué piensa usted de este sistema electoral?

-‑El tema de la reforma del sistema electoral para hacerlo mucho más transparente y más cerca de la gente ha sido planteado como uno de los ejes de la política del gobierno. El año pasado se quiso avanzar en esto y lamentablemente no se logró, producto de las mayorías propias en el Congreso. Creo que el sistema de las PASO es perfectible, pero que ha permitido que los partidos políticos diriman sus candidaturas en una elección común, obligatoria y simultánea, y ha sido un paso positivo en el sentido de romper con los viejos esquemas de las estructuras partidarias para dirimir candidaturas. Pero, como decía, es sumamente perfectible, hay que poner en debate nuevamente el sistema de boleta electrónica, otros sistemas más modernos y accesibles para la gente, pero hay que darlo pasadas las elecciones para sacarle todo tipo de manto de sospechas.

-‑¿Pero valora las PASO?

-‑Sí, creo que han sido un paso hacia delante.

-‑¿Cómo tomó que el gobernador Lifschitz se inmiscuya en la interna de Cambiemos y diga que Boasso fue "proscripto"?

-‑Me parece que algunos dirigentes del socialismo deberían apelar a su buena memoria. No hace menos de dos años atrás cuando el propio Miguel Del Sel, incluso Mauricio Macri, habían reconocido el triunfo de Miguel Lifschitz en la provincia por una diferencia muy exigua, habían pasado un par de meses y el entonces candidato Boasso todavía seguía denunciando, hablando de fraude, de que le habían robado la elección, pedía la apertura de urnas. Si recuerdan un poco su situación particular con Boasso, deberían ser más prudentes para opinar sobre las cuestiones de Cambiemos en este momento.

-‑¿Lo sorprendió, entonces?

-‑Sí, sí, seguramente. Además porque desde ningún punto de vista está proscripto, va a participar de las elecciones por otra lista.

-‑A Boasso tampoco se le permitió que use los colores distintivos de Cambiemos...

-‑Es que Boasso no es Cambiemos. Todos sabemos, por el propio Boasso, que ha sido el mismo presidente de la Nación quien le ha manifestado la necesidad de respaldar la lista del consenso que orgullosamente encabezo. No lo digo yo, lo ha contado el propio Boasso. Presenta una lista por otro partido, obviamente no puede utilizar ningún tipo de simbología que se mimetice con Cambiemos porque no es Cambiemos.

-‑¿Cuánto se juega en términos políticos en esta elección el sector que lidera el intendente Corral y usted integra?

-‑Creo que Cambiemos en general toma esta elección como muy importante. Se ha iniciado un cambio en diciembre de 2015 que tiene que ser profundizado, tenemos que seguir por este camino, en el cual obviamente encontramos muchos obstáculos, hay gente que la está pasando muy mal, a quienes les pedimos paciencia, pero también confianza, que estamos en el camino correcto. Indudablemente que para Cambiemos un resultado positivo en las elecciones del país en general y la provincia en particular fortalece estas políticas.

-‑¿El Frente Progresista está agotado?

-‑Yo creo que el Frente Progresista ha tenido una experiencia de gobierno importante en la provincia en estos tres periodos. Lifschitz es un gobernador que, no tengo dudas, intenta hacer las cosas bien, que tiene muy buena voluntad, que a mi juicio debería aprovechar esta nueva relación que la provincia tiene con el gobierno nacional. Santa Fe en las gobernaciones anteriores fue absolutamente desoída y discriminada por el gobierno nacional, y esto no está ocurriendo desde hace un año y media a esta parte.

-‑¿No lo aprovecha hoy?

-‑No lo aprovecha lo suficiente.

-‑¿Por qué motivo?

-‑Por motivos políticos, porque tiene una visión de lo nacional absolutamente diferente y creo que el socialismo no tiene hoy un proyecto político nacional.

-‑El socialismo reclama con fuerza que se cumpla el fallo de la Corte, con respecto a la deuda millonaria de coparticipación, ¿el reclamo es justo?

-‑El reclamo es justo, pero también hay que entender todo en su justo término, no ver solo la foto del día de hoy, sino ver toda la película. La provincia de Santa Fe tuvo que llegar a la instancia judicial de la Corte porque el gobierno nacional del kirchnerismo desoía el reclamo, ni siquiera atendía los teléfonos. Entonces la provincia tuvo que recurrir, como otras dos provincias, a la Corte Suprema. Este gobierno, dos días antes de asumir, se encontró con el fallo e inmediatamente empezó a cumplirlo. Lo que está en discusión y sin duda alguna, fruto del dialogo, se van a lograr los acuerdos, es ver cómo la Nación empieza a devolverle a Santa Fe estos doce años para atrás de deuda que se generaron. Pero lo que tiene que estar claro, porque si no se genera una discusión, es que desde el momento del fallo para delante la Nación está cumpliendo con la coparticipación. Se está encontrando buscar una salida para cómo afrontar una deuda de doce años, que indudablemente desde el punto de vista fiscal no es nada fácil.

--¿Las críticas del socialismo eran más leves hacia el gobierno kirchnerista que al actual?

-‑Indudablemente es así, pero es consecuencia de lo que el socialismo piensa. No lo digo yo, es absolutamente objetivo. En las últimas elecciones presidenciales y en el balotaje, el socialismo mandó a votar en blanco. Está claro cuál es su posición.