El Partido Comunista de China respaldó este sábado "el rol central" del presidente Xi Jinping, en el cierre de un congreso de siete días que debe desembocar en su reelección para un inédito tercer mandato al frente del PCCh y del país. La imagen de estas horas fue la expulsión del recinto del expresidente Hu Jintao. 

Los cerca de 97 millones de miembros del partido deberán "defender el rol central del camarada Xi Jinping en el seno del Comité Central del Partido y del Partido en su conjunto" según una resolución adoptada de forma unánime, poco antes del cierre de su congreso en Beijing. En un discurso previo, Xi había instado al Partido Comunista a "sufrir" y a "ganar" para "seguir avanzando".

"Atrévanse a luchar, atrévanse a ganar, agachen la cabeza y trabajen duro, estén determinados a seguir avanzando", lanzó con aire triunfal Xi a los casi 2300 delegados reunidos en el Gran Salón del Pueblo de la capital china. El domingo será reelegido como secretario general del PCCh después de la primera reunión del renovado Comité Central. Este nombramiento será el preludio de un inédito tercer mandato para Xi como presidente chino durante la reunión anual de la Asamblea Popular Nacional en marzo de 2023. En 2018 se suprimió el límite constitucional de dos mandatos, lo que permite a Xi, de 69 años, una nueva reelección.

La salida de Hu Jintao

Durante una semana, los delegados eligieron a los cerca de 200 miembros del nuevo Comité Central, una especie de parlamento interno del partido. Entre los altos responsables que no continuarán en su cargo está el primer ministro Li Keqiang. 

El número tres chino Li Zhanshu, el viceprimer ministro Han Zheng y Wang Yang, el presidente de la Conferencia Consultiva Política del pueblo (una asamblea sin poder de decisión), también se despiden de sus funciones.

En una escena poco habitual, el antiguo presidente Hu Jintao, predecesor de Ji entre 2003 y 2013, salió escoltado del Gran Salón del Pueblo antes del cierre del congreso. Hu, de 79 años, fue invitado por asistentes del partido a dejar su lugar en primera fila junto a Xi Jinping. La escena no fue explicada ni recogida de inmediato por los medios estatales.

La era Xi

Desde su llegada al poder a finales de 2012, Xi fue acumulando poder en la segunda potencia mundial y fortaleció la autoridad del régimen. Jefe del partido, jefe de Estado, jefe del ejército: el dirigente abogó por una continuidad política durante un discurso de tono triunfal en la apertura del Congreso.

La estrategia "cero covid" debe también continuar a pesar de las negativas consecuencias económicas y el creciente cansancio por los confinamientos y las restricciones.

El congreso acordó hoy, por otra parte, "incluir en la constitución del Partido (...) su resuelta oposición y la disuasión a los separatistas que buscan la 'independencia de Taiwán'".

Lejos de la diplomacia prudente de sus predecesores, Xi tene pensado mantener la firme postura de China en la escena internacional, incluso a costa de incrementar la tensión con Estados Unidos, en particular sobre Taiwán.