Fue una reacción instantánea. Ni bien se conoció la noticia de que en el proyecto del Presupuesto 2023 habría un artículo para incluir a los jueces y trabajadores del Poder Judicial en el pago del impuesto a las Ganancias, las reuniones se citaron de urgencia. Así, los cuatro integrantes de la Corte Suprema —que hace menos de diez años hablaban a favor de que el sector pague este tributo— cruzaron sus preocupaciones en un encuentro atípico en el cuarto piso del Palacio de Justicia.

Por su lado, la Asociación de Magistrados también se reunió de emergencia y, en un comunicado, dijo que estaba ante un “ataque” dirigido contra los integrantes del sistema judicial. También pidieron una cita con la vicepresidenta Cristina Kirchner para hablar del tema, pero la suspendieron este mismo miércoles, cuando la oposición en su totalidad y el apoyo de legisladores del palo sindical le bajaron el pulgar al artículo.

“Me parece que hay mil temas para conversar con la vicepresidenta, pero es una decisión de la asociación de magistrados”, criticó la abogada y directora de Asuntos Jurídicos del Senado, Graciana Peñafort, quien además en diálogo con AM750 consideró “vergonzante” esta situación, “porque está claro que hay una parte de la sociedad y el establishment que ha decidido no escandalizarse por eso”.

“Me preocupa que no tengan la misma rapidez por lo que la Constitución los ha llamado a ser jueces que para defender sus privilegios”, cuestionó con firmeza Peñafort.

Y sentenció: “Pero es el Poder Judicial de morondanga que tenemos. Defienden sus privilegios y no la Constitución y las leyes. Lo escandaloso es lo que no hace el Poder Judicial”.

Finalmente, la abogada presentó su posición personal respecto al tema y explicó que es “preocupante” que exista un “establishment que naturaliza estos privilegios en contra de un enorme número de argentinos”.

“Todos tenemos claro que el salario no es ganancia. Y si quieren hacer algo igualitario, deroguemos todos los impuestos a las Ganancias en los salarios”, añadió al respecto.

Luego, concluyó: “Me parece que mientras que alguien lo pague, es espantoso mantener esta situación. La Constitución no establece algo así”. “Es importante señalar que no deja de ser un privilegio que beneficia a parte de los asalariados mejor pagos de la Argentina, que cobran bien, pero no trabajan bien”, finalizó.