Mauricio Macri dice que no va a ser candidato. Pero actúa de forma opuesta: toda la semana levantó su perfil con actos y conferencias que no tendrían sentido si no estuviera apuntando a 2023. De hecho, sus adversarios en el PRO ya operan bajo la idea de que tendrán que enfrentarlo en las PASO. Horacio Rodríguez Larreta ya lo dijo con todas las letras: no se baja ante Macri. Y observa con obsesión las encuestas para ver si lo supera o no. Patricia Bullrich nunca quiso contestar qué haría si Macri se presenta, pero tampoco parece muy dispuesta a bajarse. María Eugenia Vidal no decidió aún si se presentará, pero no deja de recorrer el país. En tanto, las internas porteñas y bonaerense siguen efervescentes con una competencia de apoyos cruzados entre candidatos nacionales y locales.

A medida que se acerca fin de año y, por ende, 2023, las internas del PRO -que fueron turbulentas de 2020 para acá- se empiezan a ordenar en la lógica de que habrá candidatos compitiendo en todos los niveles. Y en muchos, también, deberán enfrentar a los radicales. Cuando Macri, en la presentación de su libro ¿Para qué?, trató de plantear que la competencia es sana, fue la constatación de que no habrá con toda probabilidad ningún acuerdo de cúpulas que evite los choques en las primarias (siempre que haya primarias, esto es).

La pelea nacional

Mientras intenta simular buenas ondas con sus adversarios, Larreta no descuida ningún aspecto de su plan para trabajar para ser presidente. "Ya trabajamos con el escenario de que Macri va a ser candidato y que vamos a una interna con él", dicen en el equipo de campaña del jefe de Gobierno. Si bien Macri aseguró que no está anotado, la realidad es que no le creen. Sí piensan que en marzo definirá si es o no y que podría pesar la alta imagen negativa para que el expresidente decida no volver a competir. Larreta sabe, no obstante, que tendrá al menos un adversario interno del PRO: "Es o Mauricio o Patricia", piensan en su entorno. ¿Y los dos juntos no? "Si va él, Patricia se queda sin espacio y sin votantes. Los de ella son los mismos que tenía él", indican.

Bullrich no termina de aceptar ese escenario. De hecho, en su entorno siguen con la idea de que Macri no se va a presentar (lo contrario que piensa Larreta). Ella sigue empujando su candidatura y más ahora que Macri transita una ambigüedad entre apoyarla a ella o presentarse él. Las reflexiones de Macri sobre que el próximo Gobierno no tiene que tener concesiones son todas para Larreta. A Bullrich no se lo tiene ni que aclarar. La presidenta del PRO se mueve por todos los territorios y opera sobre todas las candidaturas: apuntala a un candidato como Cristian Ritondo en la provincia de Buenos Aires, luego se saca una foto con Jorge Macri en territorio porteño. No parece que esté dispuesta a bajarse ante nada. El tiempo dirá.

Macri, por su parte, no da señales de qué piensa hacer. Pero lo cierto es que cree que si él se presenta Larreta y Bullrich deberían deponer sus candidaturas de inmediato. No así si compiten entre ellos o si se suma Vidal, que viene trabajando para colarse en la interna, pero todavía no decidió si lo hará: primero quiere ver en qué situación está a comienzos del año próximo. El hecho de que perciben que el oficialismo tiene buenas chances de ser derrotado no hace más que complicar que alguien deponga su candidatura.

Si bien Macri no define, lo cierto es que tanto la presentación de su libro como la conferencia en Miami lo mostraron bajándole línea a su tropa y presentándose como un potencial candidato que quiere una segunda oportunidad, donde -según explicó- dejará de lado el "gradualismo" y el "buenismo" y emprenderá todas las reformas derecho al hueso y con toda la represión que sea necesaria.

La interna porteña

La semana que pasó hubo un juego de fotos. Jorge Macri se sacó una con Patricia Bullrich, que no le ganó amigos en el gabinete de Larreta. Larreta se sacó otra con Martín Lousteau y elogió también la competencia sana. El jefe de Gobierno, ante los pedidos de respaldo, aclaró que los piensa dejar correr a todos y que no definirá nada hasta el año que viene. De hecho, incentiva sumarle otros candidatos del PRO a Jorge Macri como Soledad Acuña o Fernán Quirós.

En tanto, en materia de respaldos, Jorge Macri ya siente que es el candidato indiscutido del PRO. Larreta esto no lo ve bien y no le simpatizó particularmente la foto con Bullrich, pese a que su ministro de Gobierno sostiene que ella lo apoyó a él para su candidatura a jefe de Gobierno, pero no le pidió reciprocidad. "Jorge Macri se apura en pedir el apoyo de Mauricio y de Patricia", opinan en el Gobierno porteño. "El forma parte de un equipo, pero está tomando decisiones autónomas. O sos parte de un equipo o sos un librepensador", remarca alguien que conoce el pensamiento vivo del jefe de Gobierno. Queda claro que la foto no gustó ni un poco.

Y también que en el equipo de Bullrich están muy contentos con lo que le generaron a Larreta con esa foto. "Para el Pelado, fue una bomba atómica", se divierten.

Por su parte, Lousteau sigue enfocado en ser candidato a jefe de Gobierno, lejos de las tentaciones de sumarse a la pelea nacional. La idea de Lousteau es competir con el que tenga que competir y lograr ganar la Ciudad para el radicalismo. Al dirigente de Evolución le resulta razonable que "el PRO se repliegue sobre sí mismo", es decir, que construyan un candidato para mantener el Gobierno porteño. Pero cree que les puede ganar. Y piensa competir contra el que sea.

La interna bonaerense

En la provincia de Buenos Aires, la competencia va perfilando dos candidatos: Diego Santilli versus Cristian Ritondo. Curiosamente, son los dos dirigentes peronistas con más tiempo en el PRO. Santilli cuenta con el aval de Larreta y su estrategia es ir por una fórmula cruzada. Si bien es pronto para definir un compañero o compañera de fórmula, no sería sorpresivo que intente que sea un radical. Sin Facundo Manes, la UCR bonaerense se quedó sin un candidato para competir con posibilidades de ganar. Así que no sería descabellado un acuerdo. La otra posibilidad es que Santilli busque sumar candidatos de otros sectores, para ampliar Juntos por el Cambio bonaerense.

Ritondo, por su parte, quiere juntar todos los apoyos nacionales. "Horacio está con el Colo. A Cristian lo apoya Vidal, obviamente, pero Patricia está cerca y Mauricio está más cerca de él que de Larreta", advierten en el equipo de campaña del jefe de bloque del PRO. De hecho, otra de las fotos de Bullrich fue, justamente con Ritondo, en detrimento de algún candidato propio, como Javier Iguacel. Ritondo, además, sigue queriendo tejer un acuerdo con más intendentes PRO: está cerca de integrar una fórmula con el de Lanús, Néstor Grindetti, y lo tiene como jefe de campaña al de Pinamar, Martín Yeza.

La contienda bonaerense será importante para los candidatos nacionales, por lo que nadie en el PRO quiere descuidar ese distrito. Lo que está claro es que en ningún lado habrá un único candidato: la competencia será la regla y las candidaturas únicas, la excepción.