Mañana a las 18.30, con entrada libre y gratuita, en el Espacio Cultural Universitario (ECU, San Martín 750) se presenta El resto del universo ha desaparecido, libro que reúne relatos y poemas escritos en el contexto del Taller de Escritura del Pasaje Pan. "Los textos que presentamos a continuación fueron trabajados en días bravos", advierte Eugenio Previgliano, coordinador. Sin embargo, es cierto que a poco de adentrarse el lector en el libro, "deseo, fantasía, evocación o andar ligero" son lo que gana los textos a pesar de aquellos "días bravos" de 2020 cuya huella de encierro y muerte también está. 

Los mejores títulos son los ambiguos. "El resto del universo ha desaparecido" es la última frase del libro, el final de un cuento donde Claudia Vázquez se refiere a dos amantes absortos en un beso, como seguramente habrán estado absortos en la escritura y en la reescritura de la obra compartida estos siete autores del Taller. Pero también indica, en un sentido literal, la pérdida de mundos habitados en este mismo mundo, en esta misma ciudad. "Desaparecido" es una palabra políticamente cargada, históricamente espesa en este país. Connota crímenes negados; invoca el poder de la memoria para señalar lo que vivía pero fue arrasado. En su cuento "En el sur", Mercedes Méndez reconstruye el pasado de conventillos de Villa Margarita: "Eran voces, canto y griterío. Era vino, humo de falda asada y vapor de puchero. Eran duelos musicales entre un patio y otro". 

Los no tan antiguos conventillos reviven también con una sabrosa riqueza de detalles en "Pasaje Middleton al 2000", de Ángela Pastore. En un cuento bellísimo y poético, "Estrellas para mí", Mercedes Simonit narra desde la voz niña de la nieta de un soldador: "¡Cantidad de estrellas hace!". Nacido en 1954, Daniel Groppo recupera en "Obra abierta" una memoria de militancia ferroviaria, describiendo un paisaje urbano (cerca de la ex estación de trenes Central Córdoba) que parece no haber cambiado mucho, excepto por un detalle: "el bronce del Che, no lo entiende, con sus brazos caídos, sin fusil ni puño levantado...". Alberto Kreimer, en "Imágenes", visita el mismo paisaje: "Ya no pasan trenes por acá. Ya no pasan trenes". Sonia Concari, en "Marabunta" (ver contratapa de ayer), recupera desde el relato de una tragedia en el pasado de un linyera los bailes de los clubes, con bandas en vivo, en los años sesenta. 

Son en total 60 buenos textos, un puñado por cada autor; y hay otros temas, contemporáneos o fantásticos, satíricos o líricos. Pero el testimonio literario de una Rosario perdida, donde la clase trabajadora tenía la dignidad del acceso a la vivienda, habitando un ecosistema social y cultural unido al ecosistema natural que también fue destruido, prevalece y denuncia.