Los trabajadores despedidos de Pepsico, que mantienen ocupada la planta de Florida desde el 20 de junio, emitieron un breve comunicado para alertas que "se está desarrollando un apresto represivo en la zona cercana a la fábrica, con helicóptero rondando el perímetro y aumento de fuerzas policiales patrullando la zona". Además, denunciaron que "avanzan en este intento represivo luego de que la jueza Andrea Rodríguez Mentasty ratifico que dará curso al desalojo y que el fiscal pidiera que fuese en horas nocturnas". Por eso, hicieron un llamado a "todas las organizaciones solidarias a que se acerquen a la fábrica", ubicada entre las calles Roca y Posadas, en  Vicente López. 

Esta mañana, los trabajadores juntos a representantes de organizaciones y partidos políticos se movilizaron hasta el tribunal de San Isidro para reclamar que se declare incompetente a Rodríguez Mentasty,  a quien describieron como una persona con "relaciones personales con miembros del PRO".

La Comisión Interna advirtió que "la empresa se encuentra en la más absoluta ilegalidad y ha sido denunciada penalmente en los juzgados de San Isidro a cargo de la jueza Arroyo Salgado por imponerle a los trabajadores un lock out ofensivo para obligarlos a retiros voluntarios".

“No queremos que nos desalojen, queremos trabajar”, gritaron esta mañana frente a los tribunales de San Isidro, tras la fallida reunión que mantuvieron ayer con Rodríguez Mentasty. Los trabajadores mantienen una vigilia en la fábrica desde el 20 de junio, cuando la compañía les anunció con un cartel en la puerta que cerraba la fábrica y los 600 empleados debían llamar por teléfono para acordar las indemnizaciones y retiros voluntarios.

"Estamos pidiéndole a la jueza que se declare incompetente. No queremos que nos desalojen, queremos trabajo", insistió Patricia Mora, una de las delegadas de los trabajadores. "Soy madre sola y tengo dos chicos menores. Dejé de tener los beneficios de la guardería y ahora estoy con mi bebé para todos lados", contó la delegada en declaraciones a radio Rivadavia.

Según Mora, los trabajadores “ni siquiera” están despedidos formalmente. "Todavía seguimos perteneciendo a PepsiCo", aclaró y dijo que mantiene la esperanza de que la fábrica reabra. "Ahora se está importando desde Chile lo que nosotros producíamos en Florida. En Mar del Plata no se produce y al estar nuestra planta cerrada se importa desde Chile", señaló la delegada sobre las fotos que comenzaron a circular en los últimos días de los paquetes de Lays y Doritos importados desde el país vecino.

Un grupo de trabajadores se reunió ayer con la jueza Rodriguez Mentasty quien, según contaron los delegados que participaron del encuentro, se habría negado a “otorgar las mínimas garantías de que no llevará adelante un desalojo violento pese a que en la fábrica hay trabajadoras y obreros que no pensaban abandonar su lucha por las amenazas de represión”.

Para los abogados de los trabajadores, PepsiCo incurrió en “el delito de lock out ofensivo” al cerrar la planta luego de solicitarle al Ministerio de Trabajo el Procedimiento Preventivo de Crisis, un mecanismo para poder "justificar los despidos y pagar menos indemnizaciones". La denuncia fue presentada también en los tribunales de San Isidro, por lo que los trabajadores pidieron que avance dicha causa antes de continuar con el desalojo solicitado por la empresa.