La Fiesta del Libro Usado (FLU) invita a contagiar literatura este sábado y domingo a partir de las 11 horas en Plataforma Nave, en el corazón de los Bosques de Palermo, donde la ciudad y la naturaleza se abrazan ofreciendo una experiencia única. El librero y escritor Patricio Rago, fundador de Aristipo Libros, una librería de usados que viene generando una gran movida cultural en Villa Crespo, autor de Ejemplares únicos, se propone desplegar en esta primera edición una necesaria dosis de construcción colectiva y democratización de la cultura. Lectores, escritores, libreros se reunirán para hablar de libros, recomendarlos, olerlos, tocarlos y regalarlos. Habrá charlas de Juan Sklar y Gabriela Borrelli Azara, talleres de lectura y escritura a cargo de Dolores Reyes, Alejandra Kamiya, Jorge Consiglio, Betina González, Silvia Hopenhayn y el colectivo Mover la Lengua, música en vivo de Paula Maffía, Villa Diamante y DJ Rixa.

No podía faltar una auténtica bacanal lectora a través de la feria de librerías de usados en las que participarán Aristipo Libros, The Bookcellar, Librería La Teatral, Librería La Grande, El juguete ilustrado, Jade Libros, El Escriba, Textos Cautivos, El Sobaco Ilustrado, Nuestro Arcón, El silenciero, Librería Aguilar, Bisnidem Libros, Librería Cadáver Exquisito, Fetiche Libros, Librería Didon, Librería Sudeste, Librería Mastronardi, Himnos a la Noche y Tierra Adentro. Para Rago el libro usado cumple dos roles fundamentales: “el de acercar cultura a precio accesible, sobre todo en los países periféricos, porque los libros nuevos están carísimos, y muchos lectores solo pueden acceder al libro comprándolo usado”. 

El librero y escritor destaca que también el libro usado “acerca obras que no se editan”, como por ejemplo la obra del escritor estadounidense Erskine Caldwell (1903-1987) o la obra de la escritora argentina Hebe Uhart a fines de los años 90 y principios de los 2000, antes de que la empezara a publicar Adriana Hidalgo. “Un buen librero de usados es una especie de curador, de guía, un sommelier que a través de sus recomendaciones nos va haciendo descubrir autores que de otra forma no nos llegarían”, plantea el organizador de la FLU a Página/12.

Rago recuerda que hubo un tiempo en que también a Sara Gallardo solo se la encontraba en el mundo del libro usado y que ahora está pasando lo mismo con Elvira Orpheé. “Me gusta pensar que el librero de usado es como una especie de Indiana Jones que rescata del olvido a los autores y autoras injustamente relegadas por el mercado editorial. Por eso me parece tan importante la labor librera y me gusta tanto el libro usado, porque no tiene todo un aparato de difusión condicionado por los intereses del mercado, sino que son los libreros y los lectores, en definitiva, los que proponen los textos que valen la pena ser leídos. Y eso es hermoso”, subraya el creador de Aristipo Libros. 

“Cada vez que le cuento a alguien de la FLU, me dice que le parece que es una idea genial y que no entiende que no se haya hecho antes. Yo creo que lo que pasa es que los libreros de usados somos seres solitarios. Vamos a ver bibliotecas en soledad, compramos libros, los vendemos, casi no interactuamos unos con los otros”, explica Rago y agrega que en esta ciudad que tiene una tradición del libro usado como ninguna otra en el mundo le pareció fundamental que tuviera una Fiesta del Libro Usado. “Ojo, por eso es fiesta y no feria", aclara. "Porque en la feria se compra y se vende nomás. En la FLU se rinde tributo al libro, se disfruta, se lee, se baila, en fin… se festeja. No solo para devolverle un poco la mística al libro usado, sino también para reunir a los lectores para celebrar esta práctica hermosa que es leer”.

¿Cómo afecta la inflación al libro usado? Rago cuenta que afecta más al librero porque “el precio del libro usado siempre viene bastante atrasado con la inflación” y porque “su tiempo de venta es por lo general más lento” y precisa que “hay muchos libros cuyo precio no tiene ninguna relación con el precio nuevo”. Un ejemplo sirve para dimensionar el asunto: un ejemplar nuevo de La ciudad y los perros, de Mario Vargas Llosa, debe costar más de 5000 pesos, mientras que usado puede llegar a valer 700 pesos, o hasta menos. 

“La FLU es una fiesta, una fiesta lectora, un festival al aire libre en un lugar mágico; con una feria con libros que no se consiguen en ningún otro lado y a precios accesibles, con libreros de raza apasionados por su laburo y que van a estar recomendando libros a cuatro manos; con talleres de escritura, lectura y poesía, uno mejor que el otro, dados por gente muy grosa; y charlas en escenario, lecturas, show de música y DJs a la noche, para que se arme bailongo. Yo veo a la FLU más como un evento independiente que propone otro tipo de experiencia para los lectores”, concluye el librero y escritor.