El juicio por el femicidio de Paola Ávila, cometido el 17 de enero de 2020, se encuentra en instancia de alegatos y se prevé que la sentencia se dictará el martes próximo. En el inicio de los alegatos la fiscala Mónica Poma mantuvo la acusación por la autoría del crimen solo contra un imputado, Jorge Olmedo, para quien pidió prisión perpetua. En cambio, modificó la imputación contra seis personas, a las que acusó por encubrimiento agravado y pidió 5 años de prisión. 

Además, retiró las acusaciones a otros dos imputados, Pablo Campos y Ezequiel Guzmán, porque no encontró pruebas que los impliquen y requirió su absolución.

La fiscala consideró que el único autor material del crimen fue Olmedo, y que actuó con intenciones de matar, con dolo, y ensañamiento, puesto que el cuerpo presentaba "lesiones de gravedad inusitada, al menos 10 golpes en la cabeza", con diferentes elementos contundentes, que habrían sido piedras y pedazos de concreto.

Para la fiscala, el móvil del asesinato fue el robo de un par de zapatillas y dinero, o pasta base que podría haber comprado, pero que las pericias determinaron que no había consumido, ya que solo encontraron alcohol en sangre.

Paola había salido antes al Mirador del Cerro con José Fuentes y dos amigas. El hombre dijo que la dejó alrededor de la medianoche o la 1 de la madrugada, en una esquina del barrio donde estaba el grupo de acusados reunido. También indicó que le había dado $50 o $200.

Las hermanas de Paola contaron que lxs hijxs de ella manifestaron que ese día tenía más plata y un celular alta gama que le dieron como parte de pago por un préstamo que había realizado. El celular de la víctima había quedado en su casa con sus hijxs.

Por otro lado, la fiscala determinó que los roles que cumplieron lxs acusadxs Claudio Herrera, Gladys Pastrana, Romina Bracamonte, Cristian Salas, Javier Alfaro y Leonel Suárez, fueron de encubrimiento, que consideró agravado, del femicidio. Pidió 5 años de prisión efectiva y una medida cautelar para evitar el riesgo de fuga de Pastrana y Suárez que están en libertad, el Tribunal dispuso arresto domiciliario y consigna fija. Poma argumentó que estas 6 personas buscaron desviar la investigación y que se acusara a Campos por el crimen.

Sobre el hecho, la fiscala describió que Campos y otro amigo, "Moreno", llegaron cada uno en una motocicleta alrededor de las 1.30 o 2 de la madrugada al lugar donde estaba el grupo, compraron droga y la consumieron junto con bebidas. 

"En un momento de la noche empieza la lluvia, alrededor de las 3", entonces el grupo fue hasta un árbol ubicado al frente de la casa de Guzmán, a dos cuadras de donde luego se encontró el cuerpo cerca del playón. "Campos y Moreno se habían retirado. Campos se retira de la casa de Moreno, se va en su motocicleta portando un bolso cruzado en la espalda, como se ve después en la filmación del móvil del 911", detalló la fiscala.

Señaló que después Campos pasó por donde estaba el grupo reunido, y siguieron consumiendo bebidas. De ahí los echó la policía, y volvieron a la esquina donde habían estado al principio.

Poma precisó que exactamente a las 6.06 "se advierte por última vez a la víctima con vida, filmada (por el móvil policial) caminando sola, dirigiéndose en sentido contrario de donde venía el móvil". Resaltó que en esa filmación se ve la vestimenta de Paola y sus zapatillas "llamativas", "rosa fuerte", y advirtió que lxs imputados negaron recordar el color de estos calzados. 

Indicó que el móvil policial se detuvo 6 minutos y captó el regreso de una motocicleta. Luego los efectivos vieron que el grupo fingió que acataba el despeje, pero continuó la reunión a metros de una esquina. Cuando el móvil dio la vuelta, filmó a quienes se encontraban reunidos. Se lo ve a Campos en su moto "solo". También se retira Salas en una motocicleta. Las cámaras del 911 captaron a Campos a los minutos en la avenida San Martín camino  a la zona sur. 

Minutos después Salas fue captado por cámaras de seguridad en otros puntos de la ciudad. Luego se los ve caminando a "Herrera, Pastrana, Bracamonte, Suárez, Alfaro, no así Guzmán". "Cuando llegó por segunda vez el móvil policial Guzmán se fue a su domicilio y no volvió más en toda la noche y tampoco se encontraba en el grupo el señor Olmedo", señaló la fiscala. 

Para Poma, en ese momento Olmedo y la víctima se encontraron en las inmediaciones, donde luego fue hallado el cuerpo de ella. "Coincidente con el momento en que ha ocurrido la muerte de la víctima entre las 6 y las 8 de la mañana", afirmó.

La funcionaria señaló que Olmedo intentó vender a la madre de Pastrana las zapatillas de Paola, luego se las ofreció a Herrera. Reconstruyó que los acusados fueron después al playón, infirió que se dirigieron "con Olmedo" a corroborar lo que había pasado con la víctima, y pese a que la hallaron herida, no llamaron a la ambulancia, ni a la policía, ni avisaron a sus familiares. No intentaron brindarle auxilio, ni se cercioraron si todavía seguía con vida. 

En ese momento la fiscala dijo que se corroboró mediante el teléfono de Salas que él volvió a ese sector del barrio Puerto Argentino, cuando los otros imputados fueron al playón. Señaló que fue contradictorio en su declaración.

Poma dijo que a partir de estos hechos, hubo un segundo momento en que se evidenciaron contradicciones y la conducta "obstruccionista" de los imputadxs para que se conociera lo que pasó esa noche. "Han brindado información errónea con el claro sentido de culpar a personas que no tenían vinculación directa con el hecho", sostuvo. También indicó que se deshicieron de las zapatillas de la víctima. 

Disconformidad de familiares

La familia de la víctima duda que haya un solo autor material, y consideró muy bajo el pedido de pena por encubrimiento. También cuestionó el retiro de la acusación contra  Guzmán, debido a que considera que debería estar acusado por encubrimiento. Solo está de acuerdo con que se absuelva a Pablo Campos, porque se probó que no estuvo en el momento de la comisión del crimen.

"No estoy de acuerdo con el pedido de cinco años por encubrimiento, en el horario que la encontraron a ella (Paola) no sabemos si estaba con vida. Hicieron prácticamente abandono de persona, planearon lo que iban a decir, alejaron todas las pistas del autor, agarraron las zapatillas de mi hermana y se deshicieron de ellas, para mí tendría que ser más alta la pena", dijo Patricia Ávila a Salta/12. 

La defensora Sandra Ortiz, que representa a Campos y a Salas, solicitó la absolución para este último, sostuvo que encontró el cuerpo y le contó a su amigo José Liendro, y que no advirtió a la policía porque ya tenía otros problemas con la justicia. De forma subsidiaria la abogada pidió que se le conceda una pena mínima y se la tenga por cumplida descontando el tiempo que lleva con prisión preventiva.

Pero Patricia Ávila no lo ve así. "Salas acá dijo que era conocido, amigo de Paola" pero "Se burló del estado de Paola, de cómo era, de su fisonomía, al decir cómo pudieron matar a ese elefante, porque eso es lo que dijo él por mensaje de voz, se lo mandó a Liendro. Si realmente sos un conocido, fuiste a comer a la casa, si viste la persona robusta tirada en el suelo te tendrías que haber acercado para ver quién era. Él vio quién era. Amigo no es", manifestó.

Añadió que "Guzmán participó de una u otra manera del encubrimiento porque cuando se lo detuvo no dijo qué es lo que pasó. Ellos compartieron un día después, hablaron de lo sucedido, planearon lo que iban a decir. Tendría que estar en la lista de acusados de encubrimiento". 

"Ellos siguen con vida, siguen disfrutando de sus familias, de navidades, años nuevos, cumpleaños de sus hijos, de sus padres. Nosotros ya no. Lxs hijxs de Paola ya no la tienen. A la nena más grande, se le pudo hacer (la fiesta de) sus quince años y no estaba su mamá, la otra nena cumplió sus quince años acá (durante el juicio), el 14 de noviembre y no está su mamá", expresó Patricia. 

Las hijas de la víctima tienen hoy 16 y 15 años y el hijo más chico, 12 años. Todavía no accedieron al trámite de la Ley Brisa, de reparación económica para hijxs de víctimas de femicidio. Según explicó otra hermana de Paola, Victoria Ávila, quien está a cargo de lxs chicxs, cuando fue a consultar a la delegación en Salta del Ministerio de Desarrollo Social de Nación le dijeron que debía tener la sentencia por el femicidio y también la tutela legal. 

Los familiares no pudieron constituirse como querellantes porque no tenían dinero para pagar un abogadx particular. Patricia dijo que nunca le informaron que existía una defensoría de género a la que podrían haber pedido intervención. Victoria contó que en otro momento hablaron con el ex director General de Programas y Proyectos de la Secretaría de Justicia, el abogado Rafael Benegas, que tenía a su cargo un programa de Asistencia a Víctimas de Delitos Graves, pero les dijo que no podía representarles como querellante. Desde este organismo les brindaron un subsidio de $8.000 por un año y medio para la compra de alimentos.

Consultada por Salta/12, la actual directora, la psicóloga Carla Tiano, se comprometió a asesorar a la familia respecto a la Ley Brisa, aunque también señaló que en la ANSeS requieren la sentencia firme para que las familias puedan cobrar y pedían la tutela para iniciar el trámite. 

Además, pese a que en Salta hay un programa de Nación, que designó dos abogadas para víctimas de violencia de género o familiares de víctimas de femicidio, la familia de Paola tampoco conocía ese servicio, ni las profesionales se acercaron pese a lo público de esta causa. Tampoco tienen asistencia del Ministerio de las Mujeres, Género y Diversidad.

Victoria planteó la necesidad de una vivienda para lxs hijxs de Paola, porque tienen una prefabricada precaria. Salta/12 consultó a la secretaria de las Mujeres, Género y Diversidad de la provincia, Itatí Carrique, quien se comprometió a elaborar un informe para gestionar una casa ante el Instituto Provincial de la Vivienda (IPV). 

Los alegatos continuarán hoy con la exposición de las defensas.