Cuatro años y medio de espera desde Rusia 2018 y ya pasó la primera fecha del Mundial. En líneas generales hubo buenos partidos, equipos que gustan y golean y otros que asustan, como Arabia y Argentina. Los árabes asustaron porque nos ganaron, los nuestros porque terminaron 2 a 1 abajo y sin ánimos ni ideas como para empatar. Así están las cosas. El sábado se sabrá para qué estamos en este Mundial en el que hasta México sorprendió jugando más o menos bien ante una Polonia que no jugó a nada. Tuvimos suerte, porque empataron 0 a 0. La nuestra debería ser una de las zonas más sencillas para clasificar. Pero los argentinos solemos complicarnos las cosas. 

Arranque con tristeza

La semana mundialista arrancó triste. El domingo, poco antes de la inauguración y del partido que Ecuador le ganó 2 a 0 a Qatar, nos enteramos de la muerte de Hebe de Bonafini. Fue un golpe duro. Días después vino otro: también nos dejó el gran Pablo Milanés. Y como si fuera poco, es imposible no recordar por estas horas que hace dos años el que nos dejaba era Diego Maradona.

Obvio que no alcanza ni es lo mismo, pero qué bien vendría ganarle a México y recuperar un poco de alegría. Sobre todo en un país en el que el fútbol suele ser depositario de la esperanza. En tanto, ya casi no se habla de los derechos humanos en Qatar ni de los 6500 obreros fallecidos desde que se iniciaron las obras mundialistas. Religión de nuestros tiempos, como aludía Manuel Vázquez Montalbán, entramos en el modo Mundial. Peligroso estado, pero qué bien nos viene.

Los grandes que cumplieron 

El lunes, cuando aún nos sentíamos en la gloriosa víspera de debutar a lo grande, Inglaterra se despachó con 6 goles ante Irán y dejó en claro que está para cosas grandes. El de los ingleses no fue un triunfo aislado, sino que es la clara demostración de que se perfilan como candidatos. Qué bien juega Bukayo Saka, que además hizo dos goles. Lo mismo Francia, que se quedó cortó con el 4 a 1 a Australia. Pudo hacer más. Mbappé volvió a mostrar que es crack. ¿Será casual que sonría cuando erra un gol, como pasó en el primer tiempo? ¿Significará que disfruta del Mundial, lejos de las presiones que significa ser símbolo francés? Por lo que sea, bienvenido su nivel y el de sus compañeros. Hay más sobre los franceses: de 7 tiros al arco, 4 terminaron en gol. Australia sólo le pateó una vez.

El otro que la rompió fue España: un 7 a 0 a Costa Rica. La ráfaga de goles del final fue tremenda. Hay quienes dicen que lo de España fue un accidente. Yo creo que no. España se renovó, tiene jugadores sub 20 que la rompieron en su debut mundialista. Entre ellos, Gavi, una de las grandes promesas españolas. A sus 18, hasta hizo un gol en un Mundial. También los hay de gran experiencia. Que Sergio Busquets no deje nunca de jugar, por favor. De 17 remates, los españoles acertaron 8 al arco. Y de esos 8, 7 terminaron adentro.

Saka, un doblete para el gran arranque inglés. (AFP)


La otra sorpresa

Otra de las sorpresas la dieron alemanes y japoneses. Los primeros por perder, los segundos por ganar. Alemania, como Argentina, empezó ganando. Y también como Argentina, no pudo mantener el resultado, se apagó en el segundo tiempo y perdió 2 a 1. El mal paso alemán tal vez nos sirva de consuelo. El tema es que el domingo tendremos el primer partido entre grandes candidatos: España versus Alemania. Planazo.

Países Bajos es el eterno equipo que promete y al final se queda sin nafta. Esta vez no prometió, pero al menos arrancó con un 2 a 0 Senegal. Veremos qué pasa. No descartemos a Croacia ni a Bélgica. Otros equipos aún andan en la nebulosa: Dinamarca, Túnez, Marruecos y Camerún, que perdió con Suiza pero mereció algo más. Irán, Australia, Costa Rica, Ghana y Canadá son, de momento, los más flojitos.

Cómo no mirar a Portugal si en sus filas está nada menos que Cristiano Ronaldo: cinco mundiales, al menos un gol por Mundial. Su Portugal peleó para llevarse la victoria ante Ghana y ubicarse primero en el grupo H, en el que Uruguay y Corea del Sur empataron sin pena ni gloria.

Richarlison, dos goles para activar la ilusión brasileña. (AFP)


Brasil se despertó

Si antes decíamos que Argentina y Alemania se durmieron en sus segundos tiempos, Brasil se despertó y tras una primera parte aburrida ante Serbia sacó chapa de candidato. Tic tac tic tac… un relojito el equipo del inspirado Neymar. Presión, pases, algún palo, toques, gambetas y… Gol!!!! Richarlison una vez, Richarlison otra vez. Casemiro y Vinicius Junior, la rompieron. De todos modos, ojo con Serbia.

Esta primera fecha la podemos marcar también como la de los tiempos adicionales. El promedio fue de 6 minutos por cada etapa. Este detalle, junto con el de los off side milimétricos, llegó para quedarse. El fútbol se tecnologizará cada vez más. El VAR automático convierte a los árbitros en robocops, como si los manejaran con joysticks desde una pantalla ubicada vaya uno a saber dónde.

Pero nosotros, amigos, sólo tenemos ojos y corazón para pensar en México. Es la que nos toca.