El Centro de Economía Política Argentina (CEPA) es uno de los pocos centros de estudios no ortodoxos de Argentina. Hay otros de “centro” o progresistas y muchos otros ortodoxos, think tanks o directamente consultoras privadas que trabajan brindando argumentos para el establishment local e internacional, en el mejor de los casos. Instalan ideas. El CEPA busca colisionar con esas ideas tan asentadas en el sentido común de una parte de la sociedad producto de un trabajo instalado. El CEPA es joven, nació hace diez años y el viernes celebró su aniversario.

Quienes formaron el CEPA se reconocen como estudiantes de la Maestría de Economía Política de Flacso Argentina, discípulos de Eduardo Basualdo, su director y gran investigador de esa casa. La actividad del CEPA fue más profusa cuando asumió el gobierno de Mauricio Macri, se trataba de cuestionar al poder vigente, de que no perdiese vigor la palabra crítica de investigadores heterodoxos. Un artículo ilustrativo, que anticipaba lo que iba a llegar fue publicado por este diario en enero de 2016, se titulaba el Plan 70/30 apuntando a los valores regresivos que alcanzaría la distribución del ingreso en el país: 70 por ciento para el capital y 30 para los trabajadores. No se equivocaron porque en el segundo trimestre de 2019, en el sector privado, la última promediaba el 35 por ciento, mientras que Macri recibió el gobierno con un porcentaje del 45,3, según el dato más antiguo de la serie que elabora Indec del primer trimestre de 2016.

Cuando el Frente de Todos vuelve a asumir el poder, en 2019, el CEPA llega a la decisión de que compañeros y compañeras deben ocupar cargos relevantes en la política y la gestión, y a la par sostener el CEPA, lo cual fue un gran desafío. Se trata de un espacio colectivo, formado por unos 100 compañeros y compañeras profesionales de las ciencias sociales y la economía. Su objetivo siempre fue aportar elementos de análisis al debate público de la sociedad en lo referido a la economía. Llenar los espacios vaciados de argumentos que igualmente logran instalarse por estar hilvanados en torno a ideas simples y transferibles: pensar la economía como una casa, por ejemplo. Otro interés fue la democratización del pensamiento económico, muchas veces acotado a una elite.

Actualmente la dirección del CEPA está en manos Hernán Letcher, Magíster en Economía Política de Flacso, y conducen también sus destinos incidiendo en los debates de coyuntura, Julia Strada, Doctora en Desarrollo Económico y también Directora del Banco Nación, y los y las profesionales Alejandra Fernández Scarano, Germán Muiño, Juan Cruz Lucero, Mayra Blanco y Leandro Ziccarelli. Algunos de sus trabajos más relevantes permiten esbozar una radiografía de las grandes empresas que operan en el país y su relación con diferentes proyectos políticos, “Los ricos de Argentina” presenta una descripción online única e innovadora de la estructura comercial de los más ricos de la argentina, también tienen un informe sobre la distribución del ingreso que Cristina Fernández de Kirchner retomó en sus discursos y un interesante análisis sobre el proceso de endeudamiento en la era macrista. Los nuevos pasos institucionales del CEPA fueron integrarse a casas de estudios universitarias del país, como la UBA en su Diplomatura en Economía Política desde 2021 y en 2022 iniciaron una propuesta académica para distintos profesionales en la UNR. Son desafíos al igual que las discusiones sobre propuestas y rumbo de la política económica de cara a un 2023 que dará batalla en la opinión general y se manifestará en las elecciones y en las urnas.