El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, dejó en claro este martes que se resiste a aceptar el triunfo de Luiz Inácio Lula da Silva, a través de una demanda en la que su partido pide invalidar parcialmente el resultado de las elecciones. La demanda fue presentada por el Partido Liberal (PL), que apoyó la candidatura a la reelección del líder de ultraderecha, y pone en duda al 61 por ciento de las urnas electrónicas utilizadas en la segunda vuelta de las elecciones celebradas el pasado 30 de octubre.

Consultado al respecto, el corresponsal de Página/12 en Brasil, Dario Pignotti aseguró que "Bolsonaro estaría queriendo repetir aquello que Trump hizo en 2021: no reconocer la victoria de Joe Biden e insistir que hubo un fraude solo visto por él, pero en Brasil". "Bolsonaro continúa sin reconocer la victoria de Lula", remarcó en diálogo con AM750.

Pignotti señaló que "existen dos mundos", uno por el cual Jair Bolsonaro "no reconoce la victoria de Lula y se reúne con las cúpulas militares" y "el real en el que Lula ya comenzó a ser el jefe del futuro gobierno y en el que esta sesionando el Gabinete de transición hace dos semanas y ocupa ese vacio dejado por Bolsonaro".

En este marco, según el periodista, el líder ultraderechista de Brasil "le está dando una vuelta mas militariazada a su gobierno, probablemente pergeñando una especie de golpe de estado, improbable, pero que en su cabeza está esa salida, la cual es no reconocer la victoria de Lula y obstruir lo más que pueda esa transición".

Por otra parte, Pignotti afirmó que Lula ya tiene 30 de los 31 "Gabinetes de transición" y, precisamente por esta situación, se está tradando en decidir quien será el ministro de Defensa, sin embargo, el líder progresista advirtió que "será un civil".

Asimismo, en lo que concierne al modelo económico, hay varias presiones del Mercado para que haya una continuidad en el modelo neoliberal que hubo en el gobierno bolsonarista.

Todo Mundial es político

En tanto, la disputa política en Brasil también se juega en el Mundial Qatar 2022, ya que el corresponsal de Página12 indicó que "Bolsonaro soñaba con un mundial amarillo", lo que representa la lucha entre lulistas y bolsonaristas en el país vecino.

"La derecha le arrebato a la izquierda la hegemonia de las calles y el color, porque ya no hay rojos, sino amarillo y esto es lo que soñaba Bolsonaro, un mundial amarillo, los nuevos colores de la ultraderecha", insistió y agregó que "en Qatar hay una puja entre el rojo del PT y el amarillo de Bolsonaro".

"Para fortuna de Lula, los dos primeros goles de la victoria de Brasil los hizo un declarado progresista PTista, Richarlison", destacó.