Un fiscal federal de Lomas de Zamora solicitó que sea sometido a juicio oral Miguel Angel Franco, único detenido por la desaparición de Stella Maris Sequeira, la esposa del abogado Rubén Carrazzone, quien fuera vista por última vez el 29 de diciembre pasado. Franco está acusado de encubrimiento.

El requerimiento fue realizado por el fiscal Leonel Gómez Barbella, por Franco, quien está procesado con prisión preventiva firme por el delito de “encubrimiento agravado por ser el hecho precedente especialmente grave y por haberse cometido con ánimo de lucro”. Franco está detenido desde el 10 de enero último y la semana pasada la Sala III de la Cámara Federal de La Plata confirmó su procesamiento, tras lo cual el fiscal Gómez Barbella presentó su requerimiento de elevación a juicio ante el juez federal 1 de Lomas de Zamora, Alberto Santa Marina, quien ahora deberá resolver la cuestión.

Este pedido de la fiscalía se produjo luego de que la semana pasada se llevó a cabo un nuevo allanamiento en la casa en la casa de Sequeira (61) y Carrazzone (62), situada en la calle Ombú 786, del barrio El Trébol, en Ezeiza, donde peritos de Gendarmería Nacional (GN) utilizaron un georradar que permite detectar restos óseos ocultos o sepultados.

La búsqueda sólo se pudo llevar a cabo dentro de la vivienda y no en el jardín –que era el principal objetivo de los investigadores– debido a las condiciones climáticas adversas. Si el clima mejora, es “probable” que la búsqueda se reanude mañana.

La investigación se inició el 1 de enero pasado, cuando el abogado Carrazzone denunció haber recibido llamadas donde le refirieron tener secuestrada a su esposa, para lo cual debía entregar una suma de dinero, aunque nunca se acordó pagar el rescate ni tampoco se supo nada sobre el paradero de Sequeira.

En un primer momento, la fiscalía trabajó sobre la hipótesis del secuestro extorsivo de la mujer y al inspeccionar la vivienda de Sequeira se encontraron manchas hemáticas en la puerta de un ropero, en la ducha, y en algunos de los vehículos que solía utilizar el matrimonio.

En su requerimiento, el fiscal Gómez Barbella remarcó que “en el domicilio de Sequeira se encontró su cartera con documentación personal, no se verificó faltante de ropa ni elementos de aseo que permitan suponer que abandonó su vivienda”.

Para la fiscalía, la mujer “no mantuvo contactos personales con su familia ni amistades, su teléfono permaneció inactivo, no se llevó el vehículo que habitualmente conducía y se encontraron residuos de sangre en al menos dos lugares de la vivienda”; lo que “abona” la hipótesis de que “la ausencia de la víctima (...) se produjo con violencia sobre su persona o contra su voluntad, pudiéndose tratar de un femicidio o de una privación ilegal de la libertad con la duración mayor a un mes”.

Luego, el instructor judicial se refirió al análisis de las comunicaciones recibidas en el celular de Carrazzone que permitió llegar hasta Franco, “un ex convicto que colaboraba con el abogado”.

“En su indagatoria, el imputado sostuvo que había realizado los llamados a pedido del abogado, quien prometió abonarle 20.000 pesos a cambio del favor. Asimismo, el hombre refirió que la primera llamada la efectuó un conocido del barrio donde vive su hija, a través de un teléfono público (...) mientras que la otra comunicación la efectuó él mismo, para lo cual utilizó un chip que le brindó Carrazzone”, indicó el fiscal.

Para Gómez Barbella, las pruebas colectadas indican “Franco ha prestado ayuda a eludir las investigaciones a los presuntos autores de la conducta grave que tuviera como víctima” a Sequeira.

“Los sucesivos cambios en las exposiciones defensivas de Franco permiten sostener su conocimiento en la colaboración de los presuntos autores materiales de la desaparición de Sequeira, ya que el propio imputado reconoció finalmente haber realizado los llamados cuestionados”, remarcó.