Todo reclamo despliega sus formas de expresión. Sintetizarlas no es fácil, sobre todo cuando recorren andariveles poco conocidos. 

Enrique “Quique” Spinetta, referente histórico del movimiento fundado en los albores de la democracia, comentaba algo muy interesante. “Detrás de cada dólar que se fuga, hay un pibe que se queda sin infancia", decía. "Los medios nos cuentan que la mitad de los pibes del país son pobres y enseguida cambian de tema y nos encontramos con Wanda Nara. El asunto no mueve el amperímetro. Para nosotros, la infancia es ahora y no hay tiempo. La comunidad hace un esfuerzo enorme para abrazar pero no alcanza con eso. Para criar a un pibe hace falta toda una aldea, dice un proverbio africano. Nosotros decimos que hace falta todo un barrio, toda una comunidad, y un Estado popular que acompañe. La deuda con el Fondo que la paguen los que la fugaron. La deuda real es con los pibes.”

Por este motivo, creo especialmente valiosas experiencias como las que vivimos cuando las Organizaciones de lxs Chicxs del Pueblo, junto con el Foro de la Niñez, los Cuidadores de la Casa Común, la Fundación de Organizaciones Comunitarias, hogares de Cristo, casitas y merenderos de todo el paísse movilizaron a Plaza de Mayo con el objetivo de visibilizar la vida que bulle y se la rebusca en barrios y parajes rurales. 

Desde el mediodía, batucadas, murgas, coros, partidos de fútbol, juegos y una radio abierta fueron algunas de las actividades que se vieron y vivieron ese día. Porque se marcha como se vive. El día elegido no fue casual: un jueves para acompañar la ronda de las Madres, lo que llevó a coincidir, imprevistamente, con el acampe por el indulto a Milagro Sala.

A medida que llegaban las casas, pibes y educadores eran entrevistados por la radio abierta de la Federación Argentina de Radios Comunitarias (FARCO).Cuando la ronda se hizo multitudinaria, se coreó Muchachos, porque la alegría del encuentro y la de la tercera estrella mundialista eran una sola. Coco Grafagniniles dio la bienvenida en nombre de la agrupación Tupac Amaru. Se intercambiaron pecheras y banderas. Las remeras funcionaron a partir de ese momento como un texto colectivo: en las espaldas de todxs podía leerse “La deuda es con lxs pibxs”, “El hambre es un crimen”, “Con ternura venceremos”, “Ni un pibx menos por la droga”.Bajo un sol apabullante, pero sobre todo bajo la sombra amable de los árboles, las consignas también resonaron en otros idiomaspara saciar la curiosidad de los turistas. Hunger is a crime.Avec tendresse nous vaincrons.

Luego de la ronda, se invocó a los dioses del solsticio y se asistió a la representación de un pesebre. Un anfiteatro improvisado reunió a las organizaciones de infancia y a los acampantes de la Tupac. Allí, pibes y pibas del hogar de Carlos Cajade interpretaron la escena que reviven cada año en recuerdo de su fundador. Portando carteles con los nombres de sus casas, las organizaciones cobijaron al recién nacido y ya no hubo desamparo. “Es una nena”, señalaron los más observadores, deslumbrados por la imaginación de dios. Paco Oliveira, Pancho Velo y Carlos Gómez, curas en Opción por los Pobres, bendijeron los pandulces de la merienda.Como cierre y mandato, Silvia “Pilu” Montiel de Ensenada y Even Carbajal de La Matanza leyeron la declaración que prepararon con representantes de todas las regiones.