El 31 de octubre de 1931, un grupo de cuatro jóvenes amigos radioaficionados, el médico Enrique Telémaco Susini y tres estudiantes de Medicina, Luis Romero Carranza, Miguel Mujica y César Guerrico, que se hacían llamar Los locos de la azotea adquieren una casa, la quinta La Algovia (1919, arq. Kronfus), que era propiedad de la familia Zeller. 

Así se crea  S.A. Radiocinematográfica Argentina Lumiton (Luz y Sonido), y la casona de Munro se convierte en la sede de la primera productora de cine de Argentina, gestando ahí la primera película argumental de cine sonoro argentino, Los Tres Berretines (1933). 

En total, Lumiton produjo unas 180 películas, entre ellas La muchachada de a bordo (1936), Fuera de la ley (1937), La chismosa (1938), La vida es un tango (1939) y Divorcio en Montevideo (1939). En 1952, la productora se disolvió por problemas económicos y políticos y en 1968, se le quitó oficialmente la personalidad jurídica y se terminó el sueño de la productora de cine. 

La famosa casona de Munro, que había visto nacer a estrellas como Mecha Ortiz, Niní Marshall y Hugo del Carril, quedó abandonada. No fue hasta los años noventa que la casona fue salvada de un posible proyecto de demolición por los vecinos que se empezó a pensar en la posibilidad de que tenga otra vida. 

El pasado jueves, los Estudios Lumiton festejaron el 90º Aniversario de su inauguración en la antigua casa de Munro, La casa de las estrellas. Hoy en día, no contiene la palabra "estudios" en su nombre, sino que se trata de Lumiton Museo del Cine Usina Audiovisual. 

Desempeñado bajo la gestión de la Secretaría de Cultura de la Municipalidad de Vicente López, el museo cuenta con una muestra permanente sobre la historia de Lumiton y una sala de proyecciones donde se realizan ciclos, encuentros y foros. Llevan a cabo el proyecto Vecine VeCine para proyectar películas para toda la comunidad. Además, llevan a cabo talleres de formación e iniciación al cine, y programas culturales para la comunidad. Todas sus actividades son gratuitas.

Buenos Aires 12 charló con Adriano Bruzzese, Subsecretario de cultura y director del proyecto Lumiton, acerca de los objetivos de Lumiton para el año que viene, entre los que se encuentran seguir fomentando la relación entre la comunidad y el cine. 

"Me gusta más hablar de archivo que de museo", sostiene Adriano sobre La casa de las estrellas. Según él, los museos son espacios menos dinámicos que el archivo. Y la sede donde hoy en día se encuentra la usina audiovisual es un espacio que contiene muchas temporalidades simultáneamente. 

"Lo más importante para mi fue encontrarme con esa casona. Los vecinos habían estado abrazandola entre los años 90 y 92, cuando la salvaron de ser demolida. En el 2015, cuando nace el proyecto, comenzamos a habitarla, ocuparla. La recuperamos y la pusimos en valor, cada uno de los ambientes, hasta ocuparla por completo. Haber llevado esa acción adelante fue un guiño. Fue como decir "este edificio no se toca". Ahora era de la comunidad, estaba intervenida por su gente" afirma. 

El Proyecto Lumiton empezó a gestarse con el objetivo de preservar la memoria del lujoso estudio cinematográfico, pero los desafíos iban a ser varios para llegar al presente. "Cuando empezamos a llevar a cabo el proyecto, nos encontramos con que era muy dificil juntar la información. Había un poquito acá, un poquito allá. Tuvieron que pasar muchos años de investigar, muchos años de buscar y armar un equipo de investigadores".  

El equipo Lumiton empezó a recolectar memoria: empezaron teniendo 1200 fotos, ahora poseen más de 4000, donadas o compradas a coleccionistas de toda América Latina y el mundo. Hoy en día, están tratando de recuperar todos los posters de la filmografía completa de los estudios, de los que cuando empezaron no tenían ni uno. Hoy tienen 82, restaurados. 

"Hoy en día, estamos tratando de conseguir películas Lumiton en negativo, todas", afirma Adriano como proyecto en continuación en 2023. Al día de hoy lograron reunir 10 títulos de las 180 películas que produjeron los estudios, originales, guardados, preservados y digitalizados. "Como la mayoría de las copias son en 16mm, tenemos un proyector en el Cine York para poder empezar a pasarlas. En pantalla grande, en el cine, como una ceremonia, como debe ser cada encuentro cultural", sostiene el director del proyecto. 

Esto tiene todo el sentido del mundo, ya que conectar el cine con las personas parece ser uno de los objetivos de siempre de Lumiton Museo y Usina.

Justamente, el año que viene se cumplen 90 años de Los tres berretines (1933), la primera película de Lumiton. Según Adriano, la película ya está digitalizada y hay que empezar a trabajar en la recuperación del negativo. La primicia es que podría proyectarse en el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata el año entrante.  

Y cuando no son festivales internacionales o hacer proyecciones en su querido Cine York, serán al aire libre. Dentro de los proyectos de Lumiton se encuentra Vecine VeCine, ciclos de proyecciones tanto en su cine como en la Quinta Trabucco, ideal para pasar el verano. Los ciclos que tuvieron este año fueron tanto de cine documental argentino como revisitas a directores como Fellini, Tarkovsky, Hitchcock, entre otros. 

"El arte y la cultura no son para unos pocos. No es necesario ser un erudito para ver cine y disfrutarlo. La tarea de gestión cultural tiene que ver con eso, con acercarle el cine a la gente. Aunque ellos no se sientan "preparados". Ahí, nos llevamos una pantalla y la ponemos en la plaza. La gente se acerca con otra soltura. Se trata de tomar el espacio público. Que todo el mundo entienda que es para ellos", afirma Adriano. 

Para Bruzzese, es un "doble logro" haber festejado los noventa años del espacio a través de este proyecto de la mano de la gestión cultural. Por eso, el Proyecto Lumiton tiene mucha conciencia de intentar volver a ese pasado comunitario que inventaba la presencia del cine en el barrio. 

"Vicente lopez, Munro, son ciudades de cine. ¿Cómo no ponerlo en primer plano? Es como tener una virtud, tener un talento y no explotarlo. Reconocernos como eso que fuimos, reconocerlo y disfrutarlo. Que esté lleno el cine con 275 butacas, a mi me parece que eso es hacer cultura y comunidad", afirma. 

Por eso, ofrecen talleres gratuitos, tanto de capacitaciones para maestros como abiertos a toda la comunidad, y están trabajando en un libro que se subirá a su plataforma digital para que cualquiera pueda descargarlo. 

"A esta casona tenemos que traer a las nuevas generaciones, para que, sin forzar, se enteren lo que había en el principio de nuestro cine. Es importante para nosotros volver a resurgir una cultura que tuvo nuestro país en los primeros años del cine nacional. Hoy en día hay tanta cosa descartable, que hay que hacer un poquito de énfasis de aquello que se mantiene en el tiempo", bromea. 

En su plataforma digital, Lumiton.ar, que llevaron a cabo en pandemia cuando no podían compartir el cine con sus espectadores, pueden verse películas nacionales en streaming, además de encontrar información sobre los talleres, próximas actividades y conocimiento del museo.