Los choferes de un colectivo de turismo que estaba retenido en la Terminal de Ómnibus Mariano Moreno porque no estaba en condiciones de circular, protagonizaron un insólito hecho al huir con los pasajeros a bordo hasta que Gendarmería lo volvió a parar en el peaje de General Lagos, ya sobre la autopista Rosario-Buenos Aires.

La historia comenzó en horas de la noche del martes, cuando en el peaje Carcarañá de la autopista Córdoba-Rosario, la Comisión Nacional Reguladora del Transporte, que realizaba controles de rutina, retuvo un colectivo de la firma Mercosur que viajaba con turistas desde Córdoba hacia Buenos Aires. Según Lautaro Ciarroca, titular regional de la CNRT los inspectores comprobaron que no funcionaba el tacógrafo (limita la velocidad del vehículo), tenía cubiertas en muy mal estado y los choferes no tenían libreta de trabajo por lo cual hacía imposible verificar si tenían las horas de descanso obligatorias.

El colectivo fue escoltado hasta la terminal de Rosario. Ahí sucedió que mientras los fiscalizadores siguieron haciendo su trabajo, controlando otros colectivos, los choferes pusieron en marcha el colectivo y se fueron.

Al darse cuenta lo que había ocurrido, la CNRT convocó a Gendarmería y se montó un operativo, no de persecución por cuestiones de seguridad, sino para retenerlo en el peaje de General Lagos. Allí personal de Gendarmería le impidió seguir el paso y obligó a los choferes a regresar a la terminal de Rosario, donde se confeccionaron las actas por no estar condiciones para circular, pero además por la fuga. 

Según Ciarroca, "la empresa deberá abonar todos los costos del operativo de retención del micro y traslado a la Terminal de Rosario, que van de los 50 mil a los 100 mil pesos". También se refirió a la tensión con los pasajeros que se vivió en la terminal: “Fue un momento difícil porque hay que explicarles a las personas, que pagaron un viaje para disfrutarlo, que no pueden continuar con el micro en esas condiciones porque pone en riesgo sus vidas. Finalmente lo entendieron”, comentó. A pesar de la negativa inicial, las autoridades de la empresa de transporte contrataron otra unidad y se hicieron cargo de trasladar los pasajeros a destino.