En otro de los intentos de campaña del oficialismo para minimizar los efectos de la caída en la producción, el aumento de la pobreza, los despidos masivos y el continuo cierre de empresas, la diputada y referente de Cambiemos Elisa Carrió sacó a relucir una insólita justificación del desempleo creciente. Dijo que “el problema” en Argentina no es la falta de trabajo sino que no hay personas capacitadas para ser empleada.

“Lo veo desde hace 20 años”, sostuvo la precandidata a diputada nacional en la Ciudad de Buenos Aires por Vamos Juntos durante una entrevista realizada anoche: “El problema es que hay trabajo, pero no hay gente capacitada para ese trabajo". Es decir que todo se trata de un problema de educación o voluntad para el trabajo.

En este sentido, recomendó que “lo que hay que ver es qué se hace con la formación" porque, insistió, "hay trabajo”. “Incluso, hay mucho trabajo autónomo para hacer", elucubró en sintonía con su par de campaña a senador bonaerense Esteban Bullrich, quien ayer recomendó a las personas que perdieron su empleo en este último año y medio dedicarse a la producción autónoma de bebidas alcohólicas. Parafraseando al radical Ernesto Sanz, podría decirse que la salida al trabajo, entonces, es por “la canaleta del alcohol”.

La particular explicación Carrió sobre la crisis tuvo como objetivo darle un giro argumentativo a la reforma laboral que impulsa el gobierno de Mauricio Macri, similar a la que su par Michel Temer puso en marcha en Brasil. "Hay que ir al comercio y bajar impuestos, acompañado de una reforma del peso laboral (sic) y social", indicó Elisa Carrió, a la vez que aconsejó que “lo que hay que hacer es desconcentrar la gran economía, que está concentrada".

Para sumar fundamentos al respecto, hizo hincapié la necesidad de generar mejores condiciones para que las pequeñas y medianas empresas puedan repuntar. Por la falta de capacitación, dijo, “es imposible que una pyme pueda tomar dos empleados”. O sea que los problemas de este sector de la producción no devienen de los tarifazos en los servicios públicos ni la apertura indiscriminada de las importaciones, sino de los problemas formativos del mercado laboral.

Lo que no oculta el Gobierno es que el desempleo existe y es un problema, pero con salvedades. Esta mañana, Bullrich dijo que hay creación de puestos de trabajos pero indicó que hay bolsones de población que “aún no lo ven”. "Somos consciente que hay zonas, sobre todo en la tercera sección, en las que más dolor hay todavía porque este crecimiento que está teniendo la economía, estos pequeños crecimientos del salario real, es donde menos se ve", enfatizó el ex ministro de Educación. La situación en estas zonas, añadió, "es muy cruda".

También consideró que "la pobreza no es solamente el tema del ingreso, y admitió que, más allá de los problemas económicos, "la mayor preocupación (de Cambiemos) sigue siendo la inseguridad, la imposibilidad de caminar tranquilos por la calle".