Manuel Passaglia, de 35 años, es el actual intendente de San Nicolás. Contador de profesión, revista en Juntos por el Cambio. Santiago Passaglia es su hermano. Como diputado provincial, también integra Juntos por el Cambio. Sobre la familia Passaglia circula en San Nicolás una frase que puede ser de admiración, de rencor o de ambas cosas a la vez: “Nadie sabe cómo lo logran, pero siempre aparecen como si fueran nuevos, frescos... Como si no tuvieran pasado”.

El hilo que los une se llama Ismael Passaglia. Médico, cuando militaba en el Partido Justicialista fue ministro de Salud de la provincia de Buenos Aires en tiempos de Felipe Solá gobernador. Varias veces diputado provincial, incluso llegó a presidir la cámara baja. A nivel local, fue dos veces intendente. Antes debió ganarle la conducción del peronismo local a José María Díaz Bancalari, ya fallecido, un histórico del duhaldismo a quien Néstor Kirchner le confió la presidencia del bloque oficialista en la Cámara de Diputados de la Nación. 

Aunque Ismael ya es un septuagenario, la descripción de los que han asistido a reuniones en su casa sigue vigente. El padre, desde la cabecera, impone presencia y respeto. Es el que habla. Pero también, el que administra el uso de la palabra a sus hijos, Manuel el intendente y Santiago el diputado. Ambos lo observan desde su costado y así descifran el código compartido de miradas y gestos. 

Así, la familia ha sabido acordar con los distintos liderazgos provinciales, de Eduardo Duhalde a María Eugenia Vidal, pasando por distintas etapas en su relación con Néstor y Cristina Fernández de Kirchner. Esa trayectoria no es distinta de otros líderes y otras familias con poder territorial, pero en cambio es menos habitual el pase en bloque del peronismo al PRO. Ese poder deriva del ejercicio continuado de la función pública y de la construcción política, pero también de la tierra. Literalmente: desde 2017 los Passaglia son socios locadores de Clarín y La Nación para el montaje de Expoagro. La exposición agropecuaria se realiza cada año en un campo de 160 hectáreas, cercano a la ciudad de San Nicolás, propiedad de la familia.

También de 2017 es la doble maniobra de Ismael. En 2015 fue elegido intendente por el Frente para la Victoria. Pero en 2017 selló su pase al PRO cuando aceptó dirigir el Instituto Provincial de la Vivienda, que le ofreció Vidal. 

Los votantes del Frente para la Victoria se quedaron entonces con la representación cambiada respecto de lo que habían votado. Primero, por la defección de su intendente. Luego, porque quien lo sucedió interinamente, de acuerdo a la ley de municipios, fue el entonces presidente del Concejo Deliberante y todavía intendente, Manuel Passaglia. Un detalle: igual que su padre, Manuel también se cambió de equipo, del peronismo al PRO.  

La relación de los Passaglia con los humedales nunca fue buena. Santiago es dueño de una isla en la reserva en la que son frecuentes los incendios, para desmalezar y renovar potreros de pastoreo, una práctica frecuente entre los productores locales.

La ciudad de San Nicolás todavía recuerda la disputa de la familia Passaglia con los Lassalle. Perla Villagarcía, hija de Alicia Lassalle, denunció en 2020 en el medio periodístico CadenaBA que el diputado Santiago Passaglia "ha presentado el engañoso proyecto de ley provincial 3069/20, el 17 de setiembre, para lograr la expropiación de las valiosas 13 manzanas ya aprobadas por el Código Urbano de San Nicolás, para el cual las califica como 'tierras campestres' lejanas a la ciudad, con un valor veinte veces menor al real". Según Villagarcía, los Lasalle iniciaron trámites para lotear su propiedad de 13 manzanas. Accedieron a ceder parte del terreno para construir una rotonda y se comprometieron a conservar el trazado de calles, lo mismo que la cesión de una manzana para que fuera dedicada a un espacio verde común. Los trámites de loteo avanzaron hasta que, siempre según expresones públicas de Villagarcía, empezaron los frenos y las multas una vez que asumió el actual intendente. Todo se enlazó durante la pandemia con una expropiación por parte del bloque oficialista de Juntos por el Cambio en el Concejo Deliberante.  

El litigio siguió cuando el 31 de marzo de 2021la jueza María Isabel Fulgheri, del Departamento Contencioso Administrativo, juzgado número uno de San Nicolás, dejó sin efecto la ordenanza de expropiación, por la que el municipio pagaría solo 300 mil dólares por los 128 lotes.