En medio de un preocupante panorama en el que se multiplican los reclamos de integrantes de los cuerpos artísticos estables nacionales, los trabajadores de la Orquesta Sinfónica Nacional denuncian “vaciamiento artístico”. Los músicos contratados no cobran sus salarios desde hace meses, algunos, desde el año pasado. Todas las giras nacionales e internacionales se encuentran suspendidas sin explicación alguna, al igual que los concursos. Algunos músicos comienzan a irse a otras formaciones, donde cobran mejores salarios (y, donde ante todo, cobran): la Banda de la Policía Metropolitana, por ejemplo. En sus últimas actuaciones en el Centro Cultural Kirchner, el organismo más importante del país se presentó en ropa de calle, como una manera de alertar sobre esta realidad. La situación llegó al punto en que el destacado director chileno Francisco Retting, quien tenía que dirigir los conciertos de la semana próxima y ya había comenzado a ensayar con la orquesta, se volvió a su país denunciando malos tratos y deudas de conciertos anteriores por parte del Ministerio de Cultura, y solidarizándose con el presente que atraviesan sus colegas argentinos (ver aparte). Por toda respuesta, las autoridades, en contra de la voluntad de los músicos, suspendieron los conciertos. 

La orquesta comenzó a hacer pública su situación en sus actuaciones para vacaciones de invierno, cuando presentó La historia de Babar, el elenfantito, junto a Osqui Guzmán. “Hoy damos el concierto con ropa de calle como una manera de llamar la atención sobre lo que está pasando con este cuerpo estable”, explicó una de las intérpretes antes de comenzar, ante un auditorio lleno que aplaudió efusivamente el anuncio. Luego ampliaron la situación en un comunicado: “Los integrantes de la Orquesta Sinfónica Nacional  informamos que, siendo el principal organismo orquestal del país, y representando a la cultura nacional, tenemos graves problemas que ponen en riesgo nuestro prestigio artístico y el funcionamiento concreto del organismo”, aseguran. Y detallan la problemática: “Tenemos uno de los salarios más bajos de los organismos orquestales del país. Salarios adeudados desde hace más de un año a músicos contratados. Deudas con solistas y directores invitados, algunos desde 2015. Suspensión de concursos de ingreso. Suspensión de giras nacionales e internacionales. Deudas por actuaciones extraordinarias”. 

“Estamos viviendo un vaciamiento artístico de la orquesta, por varios motivos. El principal, el salarial”, explican los integrantes del mayor cuerpo artístico del país. Y para ejemplificarlo, comparan: históricamente, la sinfónica nacional tuvo un sueldo equivalente al del Colón. Por distintas circunstancias, hoy el sueldo de ingreso de la Sinfónica es de casi la mitad que el del Colón. “Esto produce que para los concursos, los mejores candidatos se vayan al Colón. O a orquestas del interior, porque hoy por hoy la nuestra es la orquesta peor paga de todo el país. Tanto, que los músicos de nuestra orquesta se van a tocar a la Banda de la Policía Metropolitana, porque allí se paga más, y además, de paga puntualmente”, revelan.

  A esta situación inédita se suma un grave problema coyuntural: el 30 por ciento de la planta de la orquesta trabaja bajo contrato. Y la gran mayoría de estos músicos, cuyos concursos de ingreso fueron suspendidos sin explicación alguna, no está cobrando actualmente sus salarios, algunos, desde el año pasado. “Cada contrato tiene un problema diferente: que falta la firma de uno, de otro, que falta este papel, que se pierde un expediente... Todo empeora porque ya tuvimos cinco o seis cambios de coordinación de la orquesta dentro del Ministerio de Cultura, se cambiaron los funcionarios y hasta el organigrama. Tuvimos reuniones con el ministro Pablo Avelluto y él reconoció la problemática de la orquesta, pero no vemos las soluciones concretas. Se comprometió a ocuparse del tema, puso a cargo de toda la negociación a una funcionaria, y tres semanas después le pidió la renuncia. Quedamos sin respuesta alguna”, cuenta el violoncelista Marcelo Massun, delegado de la orquesta.  

Otro motivo de alarma es la suspensión de todas las giras, tanto nacionales como internacionales (en agosto el organismo debía viajar a China y Corea). “Nuestro Ministerio de Cultura es nacional pero atiende en Buenos Aires, lo cual nos obliga a redoblar el esfuerzo para llegar a todo el país, y esto se puede lograr con presencia física a través de conciertos y presentaciones de nuestros organismos”, había dicho el ministro de Cultura en conferencia de prensa el año pasado. “Con el fin de lograr un impacto federal y representativo, y generar mayor circulación y exposición, la propuesta es aumentar en un 50% la cantidad de presentaciones de los organismos con respecto a 2015”, había anunciado también, prometiendo 27 giras para los organismos durante 2016. El año pasado la orquesta hizo una sola gira al norte del país, que hasta último momento peligró por falta de viáticos, según recuerdan los músicos. Este año, ninguna.   

Lo que ocurrió esta semana con Francisco Retting, uno de los más prestigiosos directores latinoamericanos de la actualidad, termina de pintar una situación inédita. El destacado artista chileno había llegado para dirigir a la Sinfónica en los conciertos que este organismo tenía anunciados para el miércoles y viernes próximos (el programa, que ya estaba anunciado en la página del CCK, incluía la Cuarta de Mahler y el Exultate Jubilate de Mozart, con la soprano Jaquelina Livieri). Pero Retting se encontró con que ni siquiera tenía hecha la reserva de su hotel, que terminó pagando él. Con el antecedente de conciertos previos que se le adeudaban y enterado del presente de la orquesta, se volvió a su casa luego de un primer ensayo, enviando su solidaridad a los músicos de la Sinfónica (ver aparte). 

La orquesta esperaba el reemplazo de obra y director para esas funciones, pero el viernes por la noche les informaron que se suspendían, “por decisión ministerial”. PáginaI12 quiso consultar a las autoridades del Ministerio de Cultura sobre la situación de la orquesta, pero ningún funcionario pudo decir nada. Sólo que “las próximas funciones fueron canceladas por motivos de fuerza mayor”, según informó la vocera de prensa. “Nos están quitando nuestra voz, el contacto con nuestro público”, lamentan los músicos. “Si algo tenemos claro, es que mientras todo esto se resuelve queremos seguir tocando”, concluyen.