Nació en el barrio de Barracas, hijo de padres italianos, su primer instrumento fue el violín, que estudió con Francisco Alessio, hasta que su hermano Antonio Tanturi, que era pianista y codirector de la Orquesta Típica Tanturi-Petrone, lo influenció para cambiar el violín por el piano y fue su maestro.

Comenzó su carrera artística en 1924 en clubes, festivales benéficos y, junto con su hermano, en LOY Radio Nacional, que luego pasó a llamarse Radio Belgrano, al mismo tiempo que estudiada Medicina logrando graduarse con buenas calificaciones. En la universidad formó con Raúl Sánchez Reynoso y Antonio Arcieri una jazz band que actuaba ante un público universitario y que contaba como vocalista con Juan Carlos Thorry, y a muchos de los músicos que fueron incorporándose a su orquesta.

En 1931 o 1933 (las fuentes difieren en la fecha) formó un sexteto bautizado “Los Indios” en homenaje a un equipo de polo, deporte al que era aficionado, con el que actuó en cines y teatros. La orquesta debutó en 1934 en el Alvear Palace Hotel y desde entonces animó las temporadas veraniegas del Hotel Carrasco de Montevideo, en cuya mítica terraza su carta de presentación era precisamente la marcha “Carrasco”.

Tanturi solía utilizar como presentación el tango, “Los indios”, de Francisco Canaro, si bien nunca lo grabó. Su primer registro discográfico es de 1937 para el sello Odeón, con el tango Tierrita, de Agustín Bardi, en versión instrumental, y A la luz del candil, música de Carlos Vicente Geroni Flores y letra de Alfredo Navarrine, cantado por Carlos Ortega. En una de esas presentaciones conoció a Osvaldo Valle, director artístico de Radio el Mundo, emisora en la que más adelante Ricardo Tanturi fue una de las figuras centrales de su programación.


El gran salto a la popularidad se produjo en 1939, con la incorporación del cantor Alberto Castillo, un verdadero imán para el público.

Alberto Castillo rompió con el modelo del cantor de tango vestido como un gran señor, de riguroso traje oscuro, sobrio y con ademanes mesurados. Con un estilo absolutamente original, con aspectos quizás vinculados al aire humorístico y arrabalero de Rosita Quiroga, Sofía Bozán o Tita Merello, 

Su particular fraseo era lo que los bailarines necesitaban y apreciaban; con su voz le ponía ritmo a los pies y él hacía con su garganta lo que otros con el piano o los bandoneones.

El 8 de enero de 1941 se grabó el primer disco de Tanturi con su vocalista Alberto Castillo, el vals Recuerdo, de Alfredo Pelaia, que fue todo un éxito de venta y hasta 1943 en que se separó para iniciar su carrera de solista registraron alrededor de cuarenta temas que incluyen algunas de las mejores interpretaciones del cantor. Se recuerdan en especial de esa etapa: Así se baila el tango, grabado en diciembre de 1942, Cómo se pianta la vida, Decile que vuelva, Esta noche me emborracho, Madame Ivonne, Mi piba linda,Moneda de cobre, Muñeca brava, Noches del Colón, Recuerdo malevo, entre otros.

En la década de 1930 el estribillista había dejado paso en las orquestas de tango al cantor y así el público reconocía a los grandes directores de orquesta por el vocalista que integraba el conjunto, tales los casos de Fiorentino para la orquesta de Troilo, de Chanel para la de Pugliese, de Roberto Rufino para la de Di Sarli o la de Ángel Vargas con la de Ángel D’Agostino. Por eso la desvinculación de Castillo a mediados de 1944 le planteó a Tanturi un desafío pues una mala elección podía causarle una pérdida de prestigio irreparable.


Cuando todos esperaban que llegara un cantor parecido a Castillo, incluso algún imitador, Tanturi tuvo el acierto de optar por Enrique Campos.

Este uruguayo cuya personalidad artística era opuesta a la de Castillo usaba en su país el nombre de Eduardo Ruiz, pero como en Argentina ya estaban cantando Ricardo Ruiz y Enrique Ruiz, abrió la guía telefónica y al azar eligió el nombre con el que se lo conoció en definitiva. Campos tenía un estilo más melancólico, menos estridente y de una perfecta afinación, no intentaba ningún lucimiento vocal, cantaba con displicencia, con la sencillez de las cosas humildes. 


Los críticos especializados sostienen que Tanturi nunca descolló por sus dotes musicales pero logró conducir durante varias décadas una orquesta de renombre, que basó su éxito en la enorme atracción de algunos de los cantores con que contó. Su fama resiste el paso del tiempo, y al resurgir en los últimos años el baile del tango sus grabaciones son una de las más requeridas por los bailarines

7 TANGOS COMPUESTOS POR RICARDO TANTURI

POCAS PALABRAS

A OTRA COSA CHE PEBETA

ESE SOS VOS

LA VIDA ES CORTA

CAMPEONATO

SOLLOZOS DE BANDONEON

QUIEN CANTA MEJOR QUE YO