Durante décadas, la música electrónica estuvo destinada tanto a un circuito alternativo, oculto y muchas veces clandestino, como en manos privadas de grandes empresas, de los habitués o legendarios, con precios elevados para el común de la población. Aún así, el género trascendió esas problemáticas y logró un lugar más que importante dentro de la industria musical a nivel global. 

Nuestro país posee grandes nombres que pisan fuerte en las pistas de todo el mundo: Hernán Cattaneo, Mariano Mellino, Marcelo Vasami o Romina Cohn son solo algunos de los nombres de los argentinos más escuchados y requeridos en los escenarios internacionales. No hay dudas de que se trata de una industria en pleno crecimiento, que atrae un público joven que agota entradas sin dudarlo, y por tanto, merece ser visibilizado. 

El pasado fin de semana del 20 y 21 de enero, el Museo MAR de Mar del Plata fue sede de Punto Electrónica, un evento impulsado por el Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires que reunió a más de 20 djs, pertenencientes al territorio bonaerense. Entre ellos, se encontraban Djs tanto consagrados como emergentes, como el grupo Klauss, Franzizca, Viktoria Jáuregui, Varese, Mandiboola, Lupe, Kime, Iang y Antonia Navarro. El evento contó con más de 5000 asistentes, que bailaron al ritmo del emergente género. 

“La cultura de nuestra provincia es muy diversa y nuestro objetivo desde el Instituto Cultural es potenciar las prácticas de cada sector para que puedan ampliar sus horizontes en lo artístico y en lo profesional", afirmó Florencia Saintout, la presidenta del Instituto Cultural. 

En la previa al show de Klauss, la legendaria banda electrónica integrado por Francisco Nicosia y Ernesto y Lucas Romeo, su líder alabó la potencia del encuentro dentro de la historia de un género bastardeado por aquellos que no lo entienden. 

"La música electrónica por mucho tiempo fue considerada de carácter netamente experimental y vista por quienes la criticaban como música fría o como puro ruido en un sentido despectivo. Con el paso del tiempo y fuera de cualquier validación institucional se continuaron sumando más señalamientos despectivos en torno a lo sexual o al consumo de drogas", señaló Ernesto Romeo, compositor y especialista en sintetizadores. 

“Es para celebrar este tipo de encuentros porque ayudan a entender la amplitud de la música electrónica y su carácter histórico que hace que sea una manera de expresión contemporánea no vinculada a un género, forma o una sola manera de sentir. Sino que puede transitar por lugares que de alguna manera son paisajes infinitos que resuenan en la individualidad de cada uno y una que lo escucha. Este encuentro organizado en un lugar vinculado a distintas expresiones de la cultura contemporánea es un tipo de iniciativa que siempre es bienvenida", concluyó. 

No es la primera medida del Instituto Cultural bonaerense relacionado a esta política: el año pasado tuvo lugar el programa Electrónica Bonaerense, que busca impulsar y fomentar a las y los artistas emergentes de la industria y la producción de la música electrónica de la Provincia de Buenos Aires.

"Es un orgullo haber dado este paso con Electrónica Bonaerense que acompañó a cientos de artistas bonaerenses en el fomento y visibilización de su música dentro de un género que muestra un crecimiento notable dentro de nuestra provincia”, afirmó Saitout.

Además de los shows, en el Museo MAR se realizó una fiesta sigilosa con auriculares inalámbricos y dj sets de los participantes de Mi Primer Track, el módulo de formación que contó con clases de referentes de la escena donde las y los artistas inscriptos contaron con un acompañamiento e incentivo para realizar sus composiciones.

Con Mi Primer Track se dictaron en 2022 un total de 300 clases con más de 1000 inscriptos en Tandil, Quilmes, Bahía Blanca, Mar del Plata, Ensenada, Pinamar, Lomas de Zamora, Junín, 3 de Febrero y La Plata. Más de 30 alumnos de este taller están realizando dj sets en festivales llevados adelante por el Instituto Cultural como Maravillosa Música, Finde, Paradores de RECREO y RECULTURA.

Lab M1 es uno de los alumnos de Mi Primer Track, y su trabajo los llevó a tocar en el escenario principal del festival Punto Electrónica. El dúo está compuesto por Julián Martín y Juan Manuel Pianezzi, ambos oriundos de Bahía Blanca, y su propuesta es de cruzar el house con una música más naturalista, instrumentos acústicos y samples de discursos políticos. 

“Buscando diferentes sonidos, encontramos como eje los discursos de políticos y de ambientalistas de todo el mundo, que sirvió como opción ante la falta de letra. Pensábamos: la gente necesita no letra para bailar o estar pendiente y encontramos esto para sustituir cuando nosotros no queríamos cantar, o para generar algo más despersonalizado. Que hable otro y llevar el discurso de otro al vivo, y de repente nos encontramos con gente bailando en un boliche o en un bar y de fondo un discurso de Allende. Algunos se dan cuenta. Nosotros nos miramos y nos reímos. Es flashero, es algo novedoso y de alguna marca nuestro concepto”, expresó Julián.

“Electrónica Bonaerense estuvo muy buena porque pudimos formalizar nuestra participación en este ámbito. Estuvimos en un taller, participamos y de repente estamos acá, para mí era impensable. El hecho de que lo haga una institución como la provincia formaliza mucho más rápido el trabajo, corta una diagonal tremenda en formalizarlo”, agregó Pianezzi a las declaraciones de sus compañeros.