Los salarios crecieron 6,7 por ciento en noviembre respecto del mes anterior, lo cual marca una aceleración respecto de octubre y también un aumento versus la inflación que fue 4,9 por ciento entonces. Todas las categorías de trabajadores lograron ganarle a la inflación: el salario de las y los trabajadores registrados del sector privado aumentó 7,3 por ciento mensual en noviembre, el de las y los no registrados subió 6,4 y el de las y los empleados del sector público aumentó 5,7 por ciento en el mes, según informó el Indec.

En los últimos 12 meses, el salario de los trabajadores privados registrados aumentó 88 por ciento, de acuerdo a la información de Indec. Eso supone una pérdida de 4,4 puntos contra la inflación, que en igual período ascendió a 92,4 por ciento. 

En tanto, para los trabajadores no registrados la pérdida acumulada contra la inflación es de 18,3 puntos, puesto que la remuneración nominal aumentó 74,1 en el acumulado a noviembre. El repunte mes contra mes se vincula al último ajuste del Salario Mínimo Vital y Móvil de 6 por ciento en noviembre. 

Por último, los empleados del sector público acumulan un aumento nominal del 87,5 al onceavo mes de 2022, de modo que perdieron contra la inflación casi 5 puntos.

Se completaría así un cuarto año consecutivo de caída en el poder adquisitivo de los ingresos de la clase trabajadora, más allá de la situación puntual en algunos sindicatos. De acuerdo a algunas consultoras el promedio la caída del salario real registrado en 2022 habría terminado siendo moderada, del orden del 1 por ciento indica el Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO). 

Los gremios hoteleros y gastronómicos, transporte de corta y media distancia, empleados de comercio, construcción, docentes y sanidad le ganaron a la inflación, los primeros con un margen de más de 10 puntos y los últimos apenas con 2. Camioneros, alimentación y bancarios que son otros sindicatos fuertes habrían finalizado con pérdidas.

El aumento intermensual de los ingresos de trabajadores no registrados en noviembre se asocia con el cobro del llamado “IFE 5” de 45.000 pesos financiado a través del “dólar soja I”, el segundo pago se concretaría en diciembre. Esa ayuda fue pensada como un refuerzo alimentario para adultos: trabajadores informales sin cobertura sanitaria, previsional o que percibiesen algún tipo de ayuda estatal.

En tanto, entre los empleados públicos pesó el adelanto de los últimos dos tramos de aumentos de paritarias, que completan un tramo de cinco que originariamente debían pagarse en enero y marzo (ambos por un 10 por ciento) pero fueron adelantados a noviembre y enero.

También los trabajadores privados registrados cuyo salario no excediera los 185.000 pesos en mano recibieron una compensación del gobierno, un bono de 24.000 pesos que se abonó recién en diciembre.