Las mujeres representan el 64% de la población de menores ingresos y ganan un 28,1% menos que los varones, confirma el “Informe Igualar. Sobre la participación de las mujeres en el trabajo, el ingreso y la producción”, del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación (MMGyD). "Esta brecha se amplía al 34,6% en el caso del empleo asalariado informal (sin descuento jubilatorio)", subraya el informe, "mientras que se reduce al 23,9% en el caso del empleo asalariado registrado".

Entre los datos relevantes también se destaca que la tasa de desocupación es del 7,8% para las mujeres y del 6,1% para los varones, en tanto que aquéllas están más expuestas a trabajos informales que vulneran sus derechos laborales, con una tasa de informalidad del 39,3%, frente al 36,6% de varones en esa condición, expone la investigación publicada por el Observatorio de las Violencias y Desigualdades por Razones de Género del organismo, con cifras del segundo trimestre de 2022, en base a la Encuesta Permanente de Hogares del Instituto Nacional de Estadística y Censos (EPH-INDEC).

La información está elaborada en clave sexo-genérica binaria ya que, según el sondeo -que abarcó 31 aglomerados urbanos donde habita alrededor del 70% de la población urbana del país-, las fuentes de información estadística oficiales "aún no cuentan con categorías que representen la diversidad de identidades de género". 

"La desigualdad de género es un factor principal de la feminización de la pobreza en Argentina",  se advierte. Si se considera la distribución de ingresos, "las mujeres están sobrerrepresentadas en los deciles de menores ingresos. En ese sentido, se observa que 6 de cada 10 mujeres se ubican en los estratos bajos (deciles del 1 al 4), cuando en el caso de los varones dicha proporción resulta de 4 de cada 10".

El comportamiento diferencial por género también se manifiesta en la tasa de actividad para la población de 14 años y más, siendo del 51,7% para las mujeres y del 70,1% para los varones, lo que significa que ellas participan menos en el mundo laboral, con una brecha de 18,4 puntos porcentuales.

Las desigualdades de género condicionan el efectivo y pleno ejercicio de derechos de mujeres y LGBTI+, sostiene el informe y, particularmente en el mundo laboral, "se expresan como un conjunto de brechas en el acceso y permanencia en los puestos de trabajo, en los tipos de actividades, en los ingresos, en las jerarquías ocupacionales, en las diferentes posibilidades de acceder a un empleo remunerado, entre otras dimensiones relacionadas con los estereotipos de género". 

La feminización de la pobreza y la falta de independencia económica de mujeres y diversidades, concluye, "son factores clave para la reproducción de las violencias por motivos de género". Además, las situaciones de violencia y acoso por motivos de género producidas dentro y fuera del ámbito del trabajo, el empleo y la producción, "son esenciales para comprender estas barreras que enfrentan mujeres y LGBTI+ en sus trayectorias laborales y de vida".