Facundo Améndola tiene 32 años, es abogado, trabaja en el estudio de Fernando Burlando. Acompañó durante el transcurso del juicio oral a los padres de Fernando Baez Sosa, el joven de 18 años que falleció tras una paliza propinada por una patota a la salida de una discoteca en Villa Gesell, el 18 de enero del 2020. A la espera de sentencia, habla con Buenos Aires/12 y confía que el caso puede representar un antes y después en la violencia nocturna.

--¿Una condena ejemplar puede desnaturalizar la violencia en los boliches a la que estamos bastante acostumbrados?

--Primero aclaro que nosotros no buscamos una condena ejemplar. Buscamos la única condena que contempla la ley para delitos como este, que es la cadena perpetua. Pero, más allá de eso, es probable que la condena tenga algún efecto en ese sentido. Que la gente empiece a reconocer y darse cuenta que pegarle a uno entre ocho o entre diez a la salida de un boliche no es una conducta socialmente aceptable.

--¿Hubo un componente racista o clasista en los agresores?

--Yo entiendo que sí y no tengo dudas al respecto. Aunque la evidencia no alcanzó para acreditarlo como agravante, hay testigos que los escucharon con mucha claridad decir "maten al negro de mierda" y "esto te pasa por pegar de atrás, negro de mierda".

--¿Cómo juega acá el consumo de alcohol?

--Es tomado como agravante en casos de homicidio simple, pero en este caso, como ya corresponde perpetua, no se considera de la misma manera.

--¿Es habitual que te involucres emocionalmente con las personas que representás?

--Generalmente no me ocurre y a priori trato de evitarlo porque no es bueno para el abogado, pero en este caso fue más fuerte. Yo creo que la mayoría de los abogados, si estuvieran en mí lugar, se involucrarían más o menos de la misma manera. Porque esto no habla de mí sino de ellos, de Silvino y Graciela. Son dos personas maravillosas, extremadamente gentiles y amables.

--¿Alguna vez te planteaste ser otra cosa que abogado?

--Antes de estudiar derecho, estudié gastronomía. En general, hago muchas cosas por fuera del derecho, hice y hago distintos tipos de cursos par distraerme un poco de la profesión. Pero en estos pocos años que llevo ejerciendo, nunca me planteé dedicarme a otra cosa.