“Es innumerable la cantidad de veces que un desconocido en la calle me ha dicho: ‘Sonreí, amor, alegrate’, y nunca se vuelve menos intrusivo. Es una de esas frases simples, aparentemente inofensivas, ciertamente problemáticas, que nos hacen sentir desarmadas, frustradas, avergonzadas… El hombre en cuestión obviamente no sabe nada de nuestras vidas, y sin embargo, ahí está, demandándonos que luzcamos felices para su propia satisfacción”. Tales son las palabras que la joven fotógrafa londinense Eliza Hatch ofrece al ser consultada por el nombre de su más reciente proyecto, Cheer Up, Love. Proyecto en el que esta artista de 22 años retrata a muchachas que han padecido acoso callejero en parques, bondis, subtes, bares… Sumando además sus historias en primera persona, con claro propósito: el de ayudar a derribar la preponderante actitud despreocupada de la sociedad sobre esta forma tan extendida de violencia. 

“Quiero que la gente vea a estas mujeres a los ojos mientras ellas comparten lo que han tenido -y aún tienen- que atravesar”, subraya Hatch, evidentemente conmovida por una situación de hecho que se repite a lo largo y ancho del globo. Y que en UK, acorde a un estudio reciente, genera que el 65% de la población femenina se sienta insegura en los espacios públicos. El 85%, por cierto, reconoce haber sido target de estos actos de agresión sexual: demostraciones de dominio masculino que tienen éxito al generar miedo en damiselas todas. “Desafortunadamente, uno de los denominadores comunes en muchas historias compartidas es el varón masturbándose frente a ellas en lugares públicos. Y la edad temprana en que las chicas empiezan a ser sexualmente acosadas; en general tienen 10, 11 años, no son siquiera adolescentes, visten aún sus uniformes escolares”, se horroriza Eliza, que para sus imágenes ha querido “capturar la confianza y seguridad de cada una de estas muchachas, algo que puede ser difícil cuando han estado hablando de momentos en los que se han sentido en forma diametralmente opuesta”. Más en cheerupluv.com