El dólar minorista subió 11 centavos y cerró ayer en 17,87 pesos. El mayorista aumentó 13 centavos y finalizó en 17,67. El tipo de cambio paralelo se incrementó 15 centavos y se ubicó en 18,42. La presión en la plaza cambiaria continúa firme y los inversores apuestan por la dolarización de activos antes de las elecciones. En los últimos dos meses el dólar se disparó un 15 por ciento y su impacto ya empieza a sentirse en los precios del mercado interno. El mercado de futuros operó ayer con una cotización de 19,3 pesos para diciembre, pero entre los operadores de la city consideran que a partir de octubre el tipo de cambio podría superar los 20. Pese a ello, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, aseguró que "no hay motivos para preocuparse por el dólar en la Argentina".

El panorama internacional no ayuda para traer calma en la plaza cambiaria. La Reserva Federal de Estados Unidos publicó un comunicado en el que mostró preocupación por la inflación norteamericana y la tasa de interés de sus bonos subió ayer dos puntos básicos, para cerrar en 2,3 por ciento. El mayor rendimiento incentiva a los capitales financieros que se encuentran en economías emergentes a regresar a ese país. La fuga de capitales de este año en la Argentina es una de las más elevadas de la última década y economistas de diferentes corrientes coinciden en que la situación empeoraría si la Reserva Federal mantiene su plan de suba de las tasas. 

En las proyecciones del mercado se calcula que en 2017 saldrán del país unos 35 mil millones de dólares por motivos de ahorro, turismo y giro de las utilidades. La cifra, que equivale a un 70 por ciento de las reservas internacionales, es un piso para la fuga de divisas de este año. En el rojo del sector externo puede incluirse el déficit del comercio, que a partir de marzo anotó más de mil millones de dólares mensuales. Las reservas internacionales sumaron ayer 47.469 millones de dólares, con un alza de 78 millones. Pero en los últimos dos meses ya cayeron en 4000 millones. 

Esta pérdida estructural de divisas podría potenciarse con una mayor salida de dólares financieros si la incertidumbre de la economía sigue en aumento. El Central avanzó en los últimos 19 meses en medidas de desregulación que limitaron la capacidad del Estado para administrar la cantidad de dólares de la economía. La entidad autorizó a que los fondos de especulación del extranjero puedan entrar y sacar divisas de la economía en el mismo día, al tiempo que eliminó los topes (montos máximos) para comprar dólares. El Central también le permitió a los exportadores del complejo agropecuario a liquidar la cosecha de maíz, trigo y soja en un plazo de 10 años. 

La fuga de capitales, que se potenció en los últimos dos meses por las decisiones de los inversores que empezaron a abandonar el negocio de las Lebacs para dolarizar carteras, presiona en la cotización del dólar, que aumentó de 15,70 a 17,87 pesos desde mitad de mayo. El efecto en los precios es uno de los principales problemas de esta disparada del tipo de cambio. Según estimaciones privadas, la inflación de julio superaría el 2 por ciento y rubros como alimentos son los más afectados. 

La consultora Elypsis detalló que la semana pasada la carne aumentó un 2,3 por ciento, cuando había subido al 0,2 por ciento la semana anterior. En detalle, se precisó que la carne vacuna avanzó un 2,7 por ciento, el rubro de otras carnes frescas un 4,2 y carne de ave al 2,3. La consultora de Eduardo Levy Yeyati, quien fue hasta hace pocos meses funcionario, registra un alza del 23 por ciento en la inflación interanual.