Arranca una nueva etapa en la Cámara de Diputados. La apertura de sesiones ordinarias habrá comenzado a los gritos, pero, por lo bajo, oficialismo y oposición hace tiempo que comenzaron a sondearse para establecer algún tipo de agenda común que permita reactivar el Congreso, al menos hasta que arranque la campaña. No serán los grandes temas -nadie se anima a hablar de reforma del Consejo de la Magistratura o Ley de Alquileres--, pero sí algunas iniciativas económicas y sociales que generen cierto alivio y permitan sortear la lógica de la polarización que imperó hasta ahora. Juntos por el Cambio, por ejemplo, empezará a flexibilizar el bloqueo en estos días, cuando se reúnan varias comisiones para discutir la ola de crímenes en Santa Fe. Cada vez son más las voces opositoras que insisten en que es momento de cambiar la estrategia y pugnan por habilitar el debate respecto a algunos temas. El Frente de Todos, mientras tanto, todavía festeja haber logrado ponerle fin a la mala racha de sesiones fallidas con la sanción de la moratoria previsional y se entusiasma con poder repetir el mismo escenario -con los mismos números- en el futuro.

"Tenemos que ponernos a laburar. El Ejecutivo hizo cagadas, sí, pero ya está", confiesa un diputado radical que estuvo en pie de guerra con el oficialismo en los últimos tres meses. No es el único: en el bloque radical -como así también en el PRO, aunque lo revelen menos- son varias las voces que señalan que llegó el momento de flexibilizar el bloqueo parlamentario que viene sosteniendo ininterrumpidamente JxC desde diciembre. "Mientras siga el atropello contra la Corte Suprema no vamos a dar quórum", habían expresado, en su momento, desde la cúpula de la coalición opositora cuando comenzó el proceso de juicio político a los cuatro jueces del Máximo Tribunal. Sin embargo, dado que la investigación durará - al menos - hasta junio, se vuelve cada vez más difícil sostener la decisión de tener al Congreso paralizado. Y es que más allá de la excusa del juicio político, la conducción cambiemita siempre tuvo en claro que en marzo volvería a retomar las negociaciones. 

Esta semana, por ejemplo, fue convocado un plenario de comisiones de Justicia y Legislación Penal para tratar un proyecto de fortalecimiento de la Justicia Federal de Santa Fe. El proyecto lleva la firma de les 19 diputades santafesinos -de todos los colores políticos -pero venía cajoneado desde finales de noviembre (cuando se realizó una reunión informativa), en parte porque el Ejecutivo no lo impulsaba y en parte por el bloqueo opositor. La balacera al supermercado de la familia de Antonela Roccuzzo en Rosario, sin embargo, fue el empujoncito que necesitaba. Horas después de la amenaza a Lionel Messi, el presidente del bloque oficialista, Germán Martínez (santafesino), se comunicó con el vicepresidente del PRO, Federico Angelini (santafesino), para intentar habilitar la comisión de Legislación Penal, la cual es presidida por María Luján Rey (PRO) y no era convocada desde que comenzó el bloqueo de JxC. Finalmente se llegó a un acuerdo -ambos diputados firmaron el proyecto- y la iniciativa será tratada -y probablemente dictaminada- el miércoles

Otro de los proyectos del oficialismo que tiene el visto bueno de JxC es la Ley de fomento a la Agroindustria. El proyecto busca promover inversiones y exportaciones del sector, para lo cual propone una serie de beneficios impositivos que cuentan con el respaldo de gran parte del arco político. El proyecto fue presentado hace dos años, cuando Julián Domínguez era ministro de Agricultura, y terminó perdiendo estado parlamentario. En los últimos meses, sin embargo, los presidentes de las comisiones de Presupuesto, Carlos Heller, de Industria, Marcelo Casaretto y de Agricultura, Ricardo Buryaile (diputado radical y ex ministro de Mauricio Macri), vienen realizándole modificaciones al proyecto original de modo de presentar un nuevo texto este mes. Cerca de Buryaile sostienen, incluso, que las próximas semanas podría volver a convocarse la comisión de Agricultura -la cual había estado paralizada desde que comenzó el bloqueo de JxC- para tratarlo.

Más allá del cambio de panorama, no será fácil negociar para llegar a una sesión.  "Si el oficialismo quiere quórum tendrá que consensuar los proyectos o buscarse el quórum con sus aliados de siempre", advirtió una diputada del PRO. El FdT lo sabe y es por eso que la verdadera apuesta a futuro es repetir el quórum de la sesión que sancionó la moratoria previsional la semana pasada. Es decir: los rionegrinos y misioneros de Provincias Unidas, los bonaerenses y socialistas santafesinos del Interbloque Federal -con la expectativa de poder convencer también a los cordobeses que responden a Juan Schiaretti- y les cuatro legisladores de izquierda. El objetivo del oficialismo es impulsar sesiones con temarios cortos, poco conflictivos, que incluyan algunas de las iniciativas que motorizan los bloques del medio -como fue el caso, la semana pasada, del proyecto de digitalización de historias clínicas- y que permitan impulsar algunas de las iniciativas que viene pidiendo el Poder Ejecutivo. Este es el caso de Agroindustria, Monotributo Tech y algunas iniciativas vinculadas a la Salud.

No habrá, tampoco, mucho tiempo. Tanto en el oficialismo como la oposición especulan con que, una vez que cierren las listas, cada vez será más difícil sesionar. Hay que sumarle, además, las tensiones que genera el juicio político a los jueces de la Corte Suprema en la oposición. En la última reunión, en la que comparecieron como testigos los jueces Sebastián Ramos y Alejo Ramos Padilla, les diputades de JxC denunciaron que la investigación estaba "viciada de nulidad" y se levantaron y se fueron (aunque una parte después volvió). De momento, un sector de la oposición parece dispuesta a negociar algunos (pocos) temas, pero cualquier avance en la investigación a los supremos podría rápidamente ser utilizado como excusa para volver al bloqueo parlamentario.