"Queda claro que detrás del abusador hubo una red de cómplices y encubridores que lo sostuvo", afirma Gonzalo Elizondo, uno de los jóvenes que hace ocho meses había presentado un reclamo a la Comunidad Jesuita, por haber sufrido agresiones sexuales --entre 2001 y 2002-- de parte del exclérigo César Fretes, del Colegio del Salvador de Capital Federal. Ante la falta de respuestas, las víctimas denunciaron penalmente a cinco jerarcas de la orden religiosa.

"Tomamos la decisión de denunciar penalmente a quienes fueran autoridades del Colegio del Salvador y de la Compañía de Jesús como partícipes necesarios de los delitos de abuso sexual, corrupción de menores y encubrimiento agravado", expresaron las víctimas en un comunicado.

La denuncia primero fue presentada ante la Unidad Fiscal Especializada en Violencia contra las Mujeres (UFEM), y luego del dictamen favorable la causa quedó radicada ante el Juzgado en lo Criminal y Correccional N° 59, a cargo de Alfredo Godoy, y la Fiscalía N°2 a cargo de Santiago Vismara.

Las cinco autoridades jesuitas denunciadas son: Rafael Velasco, máxima autoridad jesuita en la actualidad, rector del Colegio del Salvador entre 1999 y 2003; Andrés Aguerre, actual rector de la Universidad Católica de Córdoba, rector del colegio entre 2004 y 2010; Ricardo Moscato, el único laico de los denunciados, fue vicerrector del colegio entre 1999 y 2010, y rector entre 2010 y 2020; Alfonso Gómez, Provincial de los jesuitas entre 2003 y 2009, responsable del traslado de Fretes a Mendoza; y Álvaro Pacheco, delegado para la prevención de abusos de los jesuitas en Argentina y Uruguay.

"El reclamo administrado fue desestimado, por eso decidieron radicar la denuncia", dijo uno de los representantes de las víctimas, Carlos Lombardi. Y precisó: "Hasta el momento 10 personas decidieron denunciar los hechos, pero se estima que fueron más de 40 víctimas. Los acusados podrían enfrentar hasta 15 años de prisión".

Allanamientos

El viernes 10 se realizaron dos allanamientos en simultáneo: uno en el Colegio del Salvador, ubicado en Callao al 500, y otro en la sede Centro Loyola, situada en Avenida Ricardo Balbín 3226, partido bonaerense de San Miguel. Durante los procedimientos encontraron documentos que --aseguran los denunciantes-- demuestran las "mentiras y manipulaciones" por parte del colegio y la orden religiosa.

"Se descubrieron muchos baches durante los allanamientos, mucha información que el colegio decidió ocultar pese a nuestros reclamos", dijo Elizondo. Y agregó: "Nos quisieron hacer creer que habían realizado una investigación, pero esa investigación nunca existió. Además, mintieron al decir que recién en 2003 se habían enterado de los abusos de Fretes, pero los testigos señalaron que los hechos habrían comenzado desde 1998".

"La Compañía de Jesús decidió trasladar a Fretes a Mendoza en 2003, con la prohibición de interactuar con niños. Pero allá no hubo ningún control, e incluso la comunidad de Mendoza no había sido informada de los hechos ocurridos en el Colegio del Salvador. Fretes podía moverse con total libertad", aseveró Pablo Vio, otro de los denunciantes.

La documentación encontrada arrojó que a lo largo de 2004, Fretes asistió a la Escuela Padre Llorens, del barrio San Martín de Mendoza, y además volvió a Buenos Aires a "visitar" el Colegio del Salvador. "Nos mintieron además diciendo que lo habían expulsado en 2007. La realidad es que Fretes renunció y además recibió ayuda económica de la Comunidad Jesuita", detalló Vio.

"A Fretes no lo denunciaron porque, según ellos, no correspondía según la ley de esa época, tampoco lo investigaron, ni lo expulsaron, ni lo apartaron de los chicos. Exigimos justicia por nosotros, que tantos años estuvimos solos con nuestro dolor, también por toda persona que haya sido víctima de este tipo de delito", remarcaron los jóvenes.

Informe: Karla Góngora.