La conducción nacional del PRO decidió intervenir al PRO Mendoza luego de que su referente Omar de Marchi anunciara que iba a competir para gobernador por fuera de la interna con los radicales. La resolución, que se tomó con votos del bullrichismo y del larretismo, implica que De Marchi no podrá usar el sello del PRO si no va a internas con Alfredo Cornejo. El dirigente mendocino no tiene previsto acatar la decisión y discutirá judicialmente la intervención del partido: "La vamos a resistir", advirieron en un comunicado. De Marchi mantiene una excelente relación con Javier Milei, por lo que no sería impensable que --si el PRO termina por expulsarlo-- encuentre un lugar en Avanza Libertad para presentarse como candidato. 

La interna por Mendoza viene de larga data: De Marchi venía anunciando su ruptura con la UCR local hace tiempo, lo que hizo que las autoridades nacionales del radicalismo llevaran sus reclamos a la mesa nacional de Juntos por el Cambio. En un primer momento, el tema enfrentó a Patricia Bullrich (aliada de Cornejo) con Larreta (que contaba con De Marchi en su comité de campaña presidencial). Pero luego de varios intentos de defenderlo, Larreta finalmente privilegió su relación con los radicales y no avaló la posición de De Marchi.

Intervención

La última oleada de esta interna se desató cuando De Marchi anunció que competía igual para la gobernación: "La opción es una sola, hay una única decisión irreversible: seré candidato a gobernador de la provincia de Mendoza", dijo.

La reacción no se hizo esperar. Bullrich llamó a un encuentro de la mesa nacional del PRO, donde votaron la intervención del PRO Mendoza por 31 votos a 3. El interventor será el senador Humberto Schiavoni, expresidente del PRO nacional y un hombre de Mauricio Macri. Tendrá como objetivo, según el documento que firmaron las autoridades del partido, "resolver las cuestiones que suscitaron la intervención y todas aquellas que se presenten para el fortalecimiento de las instituciones partidarias en el plazo antes mencionado". Es decir, asegurarse de que el PRO se inscriba en la alianza con la UCR para las elecciones a gobernador.

A De Marchi, según lo ven en la cúpula del PRO, le quedan dos opciones: acatar la intervención o romper e ir por afuera. Si hace esto último, también le reclamarán que abandone la vicepresidencia que ocupa en la Cámara de Diputados. "Es un lugar del PRO. Si no está más en el PRO, va a tener que renunciar", decían cerca de Patricia Bullrich, que ya resolvió con intervenciones otros conflictos partidarios en Tierra del Fuego o Salta.

Está más que claro que, luego de que Larreta y su sector votara por la intervención, la salida de De Marchi de la mesa de campaña presidencial del jefe de Gobierno es un hecho consumado.

Resistencia mendocina

No obstante, De Marchi no planea acatar nada de lo que definieron. Cerca del dirigente, plantearon que nadie le pidió que deje su cargo en la Cámara de Diputados y que tampoco corresponde. También señalaron la excelente relación que tiene con Milei, aunque no confirmaron ningún acercamiento electoral por una sencilla razón: De Marchi no tiene previsto cederles tan fácilmente el sello del PRO.

Sobre la intervención del partido, quien salió a responder con un documento fue el titular del PRO Mendoza, Alvaro Martínez. "Vamos a defender a Mendoza siempre. Usar la Intervención para disciplinar a una provincia va en contra de los ideales federales del PRO. La intervención que han decretado es irregular y la vamos a resistir. El único objetivo es ofrendar el Pro a Cornejo", remarcó.

"En Buenos Aires no conocen lo que pasa en Mendoza. No advierten la asfixia institucional que existe, bajo el comisariato de un patrón político que pretende controlar la Justicia, la Legislatura, todos los organismos de control, y manipular la vida interna de todos los partidos políticos", aseguró el dirigente en un comunicado del partido. "Entre Buenos Aires y Mendoza, elegimos mil veces Mendoza", remató.

Habrá que ver qué suerte corre la resistencia mendocina del PRO, pero algo está claro: el espacio de Juntos por el Cambio allí ya está partido. Si De Marchi no consigue retener el sello y competir con él, siempre tiene a Milei a un llamado de teléfono de distancia para conseguir otro espacio con el que competir desde afuera.