La Asociación Gremial de Trabajadores del Subterráneo y Premetro (Agtsyp) realiza este viernes un paro de actividades de 14 a 16 en las líneas A y H del subte, en el marco del plan de protesta que viene realizando en reclamo de "dos francos semanales" para "reducir la exposición" al asbesto.

Además, los metrodelegados liberarán molinetes de 13 a 14 y de 16 a 16.30 en las estaciones San Pedrito y Plaza de Mayo (Línea A), y Hospitales-Facultad de Derecho (Línea H).

Los representantes de los trabajadores precisaron que el motivo de la protesta es un reclamo por la "reducción de la jornada laboral para tener dos francos". Y explicaron que la necesidad de sumar un franco "está planteada por cuestiones de salud, para reducir la exposición al asbesto".

A las condiciones dañinas para la salud propias del ámbito de trabajo "se le suma la presencia del cancerígeno asbesto en toda la red", señalaron desde la organización sindical. Además, destacaron que se trata de "un elemento prohibido por ley, en su venta y comercialización, y que tiene consecuencias fatales para el cuerpo humano".

Desde 2018, ya suman tres los trabajadores fallecidos por asbestosis y hay más de 80 afectados por el mineral cancerígeno, denunció el gremio. Los trabajadores anticiparon que continuarán con las medidas de fuerza "hasta obtener la respuesta que permita salvaguardar "la salud de los empleados del subterráneo y los usuarios".

Qué es el asbesto

El amianto o asbesto es la combinación de un grupo de minerales que no tiene olor. Sus fibras se esparcen por el aire y provocan cáncer a quienes están en contacto con este material, cuyo uso está prohibido por el Ministerio de Salud de la Nación desde 2003.

Pasajeros y trabajadores del subte se vieron directamente afectados por este material desde 2011, cuándo Mauricio Macri, por aquel entonces jefe de Gobierno porteño, compró 24 unidades usadas al metro de España, que contienen asbesto.

A precio de ese momento, cada unidad costó unos 550 mil dólares. Aunque esos vagones ya no circulan, delegados gremiales estiman que el 37% de la flota de los subtes de Buenos Aires todavía contiene asbesto y se siguen usando en las líneas C y B.

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