El intelectual y filósofo estadounidense Noam Chomsky, uno de los máximos referentes del progresismo a nivel mundial, afirmó que América Latina puede convertirse en una región “próspera”, al señalar que puede tener un papel importante a escala global si potencia la colaboración entre los países de la región.

“Dentro de Latinoamérica, recientes hechos ofrecen alguna esperanza de hacer frente a los males que han envenenado lo que deberían ser sociedades prósperas y florecientes”, aseguró Chomsky en una videoconferencia para la Feria de Libro en Chile.

Chomsky, de 94 años, citó como ejemplos de cooperación regional a organismos como la Unasur, que Argentina y Brasil buscan relanzar, o la Celac y remarcó que la economía latinoamericana ha estado tradicionalmente “muy expuesta a la extracción de recursos por parte de capitales extranjeros”, sobre todo occidentales.

Además, el intelectual resaltó que esta situación no ha contribuido en un desarrollo económico interno de los países de la región. Para Chomsky, un modelo “exitoso” de desarrollo planificado abierto a capitales extranjeros han sido las economías de Asia Oriental.

“La inversión extranjera en los países de Asia Oriental está dirigida a la planificación nacional, a objetivos específicos de desarrollo”, detalló. “En el caso de Latinoamérica, las importaciones son en su mayoría bienes de lujo para los ricos, y la inversión extranjera se destina a la extracción de recursos”, agregó.

“Los ricos en Latinoamérica exportan libremente el capital de los países. En Asia Oriental eso está prohibido, y el capital se destina al desarrollo económico”, añadió.

En otro pasaje, apuntó que el orden internacional está cambiando de un modelo con una preponderancia de Estados Unidos a un sistema “multipolar más diverso”, donde ya no habrá un único país que domine el funcionamiento de algunos ámbitos en todo el planeta.

“En el sistema mundial emergente, América Latina tiene la oportunidad de liberarse de estar demasiado cerca de Estados Unidos, como ha pasado históricamente”, dijo Chomsky.

Además, apeló a “interferencias políticas y económicas” que ha tenido Estados Unidos en la región, como en el golpe militar de 1973 contra el gobierno del socialista Salvador Allende, en Chile.