El Gobierno autorizó a las empresas de medicina prepaga a aplicar una suba de las cuotas del 5 por ciento a partir septiembre, que se suma a los incrementos que fueron aprobados para febrero (6 por ciento), julio (6 por ciento) y agosto (5 por ciento). El aumento acumulado en el año roza el 24 por ciento. Las compañías del sector habían solicitado otro ajuste para octubre pero la Secretaría de Comercio informó que fue denegado, aunque no está claro si de acá a fin de año habilitará algún alza adicional. Las prepagas afirman que están trasladando a las cuotas el impacto de la paritaria firmada con el gremio de Sanidad y que tienen que absorber otros costos, mientras que el Gobierno apela al argumento del sinceramiento de precios. Por su parte, las entidades de consumidores rechazaron la suba, que tendrá impacto en la inflación, junto al efecto en los precios que motiva la reciente suba del dólar.

El nuevo aumento de la medicina prepaga fue autorizado ayer a través de una resolución del Ministerio de Salud. Sin embargo, la última palabra para definir el incremento estuvo en manos del secretario de Comercio, Miguel Braun. Desde esa dependencia advierten que el pedido inicial de las empresas era aumentar las cuotas en un 8 por ciento para septiembre y otro 7 por ciento en octubre. La superintendencia de Servicios de Salud giró a Comercio el expediente con un incremento aprobado del 5 por ciento para septiembre y otro 5 por ciento en octubre, aunque Braun sólo autorizó la suba para septiembre. “Se estudian los costos y se evalúa hasta qué punto se autoriza o no el aumento”, explicaron desde Comercio. Se impone también un criterio político, que define la cercanía de las elecciones. De todas formas, no se descarta que haya nuevos incrementos antes de fin de año.

En 2016, las prepagas obtuvieron una suba del 9 por ciento en febrero. Luego percibieron un aumento del 15 por ciento en junio, un 5 por ciento en julio y 9 por ciento en octubre. Esto dio como resultado un aumento acumulado del 43,5 por ciento. En febrero de este año se autorizó un incremento del 6 por ciento, que prosiguió con otro 6 por ciento en julio, 5 por ciento en agosto y ahora un 5 por ciento adicional en septiembre. El total de 2017 es hasta ahora del 23,8 por ciento acumulado. Las empresas advierten que los aumentos de febrero responden a la suba de costos que tuvo lugar durante el año previo. Según esa forma de contabilizar, que excluye el 9 por ciento de febrero de 2016 porque las empresas lo computan como costo de 2015, el aumento correspondiente al año pasado fue del 39,5 por ciento, mientras que este año el incremento llega hasta ahora al 16,8 por ciento.

“Tenemos una paritaria con la cual debemos cumplir. Pero además hemos presentado una documentación a la Superintendencia de Servicios de Salud en la cual demostramos que hubo un aumento de los gastos de discapacidad, que las prepagas tuvimos que absorber desde 2008. También han aumentado mucho los medicamentos: la receta promedio en 2014 era de 211 pesos y ahora está en 617 pesos. Se encareció además el costo de atención de algunas enfermedades. Le pedimos a la Superintendencia no sólo recomponer la cuota en función de la paritaria sino también un cobro adicional de 236 pesos por persona para abordar estos gastos”, dijo a este diario Federico Díaz Mathe, director ejecutivo de la cámara de empresas prepagas.

“La suba del gremio de Sanidad es del 23 por ciento, así que el incremento de las prepagas está por encima. Las prepagas plantean un escenario de catástrofe y aseguran que es un negocio de capa caída si no aumentan las cuotas. Pero resulta que en los últimos años las prepagas han crecido hasta tener sus propios sanatorios, compraron compañías de seguros y de responsabilidad civil médica, tienen radios y canales de televisión. El aumento de la cuota por encima de la evolución del salario perjudica a los sectores medios que están en relación de dependencia, ya que crece la diferencia entre el aporte y el valor de la cuota, que debe afrontar de su bolsillo el trabajador”, indicó a este diario Claudio Boada, de Unión de Usuarios y Consumidores. Boada también advirtió que las prepagas suelen estar a la cabeza de los reclamos de los consumidores a raíz de “incumplimientos de prestaciones médicas obligatorias, el aumento de la cuota en función de la edad, la falta de información sobre el programa médico obligatorio y la aplicación de períodos de carencia.”