Un patrullero de la Policía de Córdoba atropelló y le fracturó una pierna a un niño de 5 años por perseguir a una moto que escapó de un control vial. 

El niño, que jugaba en la vereda, quedó debajo del móvil policial y fue auxiliado por su madre y vecinos que lo llevaron de urgencia al Instituto Modelo de Cardiología. "Mi nieto está bien. Fue enyesado y revisado", relató el abuelo del niño que sufrió fractura de tibia y peroné. 

La versión de la Policía de Córdoba confirma que el patrullero, en el que viaja solo el efectivo que conducía, perseguía a una moto Gilera Smash, con dos personas a bordo, que había evitado un control vial en la en el barrio Villa Siburu, de la capital provincial. En la persecución, el móvil atropelló al niño en la esquina de las calles Los Ángeles y Namuncurá. 

Débora, la abuela del niño atropellado, relató que la patrulla no llevaba sirena y que se trasladaba "a toda velocidad". 

"No vimos persecución, no hubo sirenas, no hubo nada, entró como siempre entran a esta villa, porque para ellos es una villa. Entró a toda velocidad y frenó porque el nene estaba abajo del auto", denunció la abuela del niño.

Tras el hecho, un grupo de vecinos atacó a pedradas al efectivo policial que iba en la patrulla y a otros dos que llegaron luego en apoyo al lugar. Los tres policías fueron heridos por las pedradas de los vecinos. 

"Lo arrastró al niño que quedó abajo del auto, fue algo impresionante y la gente al ver este hecho así reaccionó, como tiene que reaccionar toda persona cuando ve a una criatura debajo de un auto", defendió la abuela a sus vecinos.

Asimismo, la mujer admitió que el efectivo policial que conducía el auto frenó su marcha e intentó sacar a su nieto de abajo del auto, aunque "un vecino reaccionó y le pegó".

"Fue una reacción normal de la gente, porque siempre tenemos que salir a rescatar a nuestros niños", manifestó Débora.

Los tripulantes de la moto fueron interceptados por otros policías en el cruce de Zípoli y La Tablada, del barrio Alto Alberdi. Uno de los que conducían la moto, un niño de 13 años, quedó detenido. 

En marzo de 2018, la Policía de Tucumán mató a Facundo Ferreira, de 12 años, tras una perseguir la moto en la que viajaba con un amigo. En diciembre de 2021, la Policía Local mató al adolescente Luciano Olivera también tras perseguirlo por escapar de un control vial.