La naviera Mediterranean Shipping Company (MSC), número uno en el mundo, encendió las alarmas en el gobierno por unos datos muy llamativos sobre giros de divisas al exterior. La compañía mantuvo inalterados los volúmenes de carga operados en Argentina en los últimos tres años, pero el giro de divisas prácticamente se duplicó en 2022. La sospecha oficial es que la compañía accedió a dólares al tipo de cambio oficial por "Servicios de Fletes y otros" para girarlos directamente a la casa matriz aprovechando el diferencial por la brecha cambiaria. Al tratarse de operaciones entre firmas vinculadas se presume de un encubrimiento para girar divisas a un tipo de cambio que no rige para transacciones financieras.

La Aduana elaboró un documento en donde dejó en evidencia el saldo de estas operaciones y lo remitió de manera oficial al Ministerio de Economía y al Banco Central, entre otros organismos, para que se tomen medidas. En la misma semana la entidad monetaria dispuso nuevas regulaciones para el pago de importaciones en concepto de servicios profesionales, fletes y también sobre el pago de intereses de deuda en operaciones entre empresas vinculadas.

El caso de MSC que denuncia la Aduana es peculiar porque el incremento de los costos se da en un completo estancamiento de la cantidad de contenedores operados: entre 2020 y 2022 estos se mantuvieron en torno a los 104 mil, pero el total de dólares girados al exterior pasó de 130 a 684 millones de dólares. Es decir, aumentó un 426 por ciento, mientras que el costo unitario por fletes que releva Indec trepó 101 por ciento en ese lapso. A raíz de esa investigación, desde el Ministerio de Transporte manifestaron que evalúan solicitar una intervención a la compañía previa a futuras autorizaciones para giros de divisas en concepto de “Servicios de Fletes y Otros” y también analizarán la autorización de la misma para operar en puertos argentinos.

El documento de Aduana se nutre de información relevada en una investigación realizada por el Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre el costo de los fletes a nivel internacional, regional y local en los últimos años; el trabajo advierte que “el encarecimiento de los fletes a nivel mundial se encuentra dado por las fluctuaciones en el precio internacional del petróleo, la falta de fabricación de nuevos contenedores en relación con el incremento del intercambio internacional de mercancías y principalmente por las medidas restrictivas tomadas en relación a la pandemia de la Covid-19 por todos los países”. Con esto último se refiere a los cuellos de botella y la remarcación que aplicaron las empresas de un sector altamente concentrado en 2021 cuando se reactivó el comercio global para compensar las pérdidas sufridas durante la pandemia.

“Para octubre de 2021, los indicadores del costo del envío de contenedores por flete marítimo habían aumentado en más del 600 por ciento desde sus niveles previos a la pandemia, mientras que el costo del envío de productos a granel por mar se había más que triplicado” indica el profesor Jonathan D Ostry, quien reconoce que ni la Fed ni el FMI advirtieron sobre el impacto inflacionario de los fletes en su debido momento. Joe Biden denunció en 2022 el enorme poder que ejercen las compañías navieras en el comercio internacional puesto que apenas diez controlan todo el mercado

MSC tiene su sede en Ginebra pero es de capitales italianos. Comenzó a operar en 1970 cuando el capitán Gianluigi Aponte fundó la empresa con solo un pequeño buque de carga: el MV Patricia. Desde entonces la empresa comenzó a crecer y en la actualidad es un gigante del negocio de la logística y el turismo que ofrece soluciones de transporte marítimo, terrestre, aéreo y digitales. El Grupo MSC del que forma cuenta en todo el mundo con 150.000 empleados, 730 buques y 675 oficinas en 155 países.

Le sigue la empresa Maersk con sede en Dinamarca y 713 buques portacontenedores, en tercer lugar está la francesa CMA CMG con una flota de 384 barcos de enorme capacidad de carga, luego Cosco Shipping de China, Hapag Lloyd de Alemania y Evergreen de Taiwán, recordada por haberse atascado en 2021 en el canal de Suez. Completan la lista las firmas ONE de Japón, HMM de Corea del Sur, Yang Ming de Taiwán y ZIM de Israel.

El salto de los costos 

El incremento de los costos por flete caló en Argentina a fines de 2020 y tomó fuerza a lo largo de todo 2021. En noviembre de 2021 el Indec comenzó a diferenciarlos en sus Informes de Comercio Exterior dado que el valor final de las importaciones tal como las computa incluyen el costo por fletes y seguros. En enero de 2022 se alcanzó el máximo valor de la serie de 156 dólares por tonelada importada, solo superado en diciembre de ese año cuando llegó a 170. Recién a partir del primer trimestre de este año se verifica una tendencia a la baja. “En marzo de 2023 el valor unitario del ­flete internacional fue de 85,5 dólares por tonelada, 36,4 por ciento inferior al de igual período de 2022 (134,5 dólares por tonelada) y 15,5 por ciento superior al de marzo de 2021 (74 dólares por tonelada)” señala el último informe de marzo.

No hay en Argentina un estudio sobre el impacto de los costos marítimos en la inflación doméstica, como en el caso de Estados Unidos, donde el trabajo de Ostry indica que explicaron 2 puntos de la inflación nacional en 2022. En su trabajo además mencionan que estos tuvieron mayor persistencia en la inflación que el efecto del alza de los precios de la energía y alimentos producto de la guerra en Ucrania: el pico máximo lo alcanzaon aproximadamente un año y medio después mientras que el máximo por efecto de la guerra se dio a los dos meses. Además señala que la persistencia es mayor conforme a la distancia geográfica de los países que comercializan.

Medidas del Central

Según estimaciones del Banco Central, en suma las nuevas autorizaciones requeridas para importar servicios significarán la postergación en el pago de divisas por 2.000 millones de dólares hasta fin de año. Aquellos que deberán abonarse a partir de los 60 días corridos desde la aprobación del Sistema de Importaciones de Servicios de la República Argentina (Sirase) son: jurídicos, contables y gerenciales; de publicidad, investigación de mercado y encuestas de opinión pública; servicios arquitectónicos, de ingeniería y otros servicios técnicos; y otros servicios empresariales. En tanto, los pagos para contrapartes vinculadas por servicios de fletes u otros se contratarán a partir de los 90 días desde la fecha efectiva de prestación del servicio. Demoras que encarecen las operatorias, desalentando maniobras fraudulentas.

En Argentina las importaciones por servicios profesionales tales como los dispuestos por el Banco Central alcanzaron una suma de 2.800 millones de dólares en 2020 y llegaron a casi 3.500 millones en 2021, manteniéndose en 3.200 millones el año pasado. En tanto por “servicios de fletes y otros” se pagaron 1.900 millones de dólares en 2020, unos 3.600 millones en 2021 y la cifra llegó a 5.400 millones de dólares en 2022. Esa cifra se explica por mayores costos que enfrentan las navieras pero también por el poder de mercado que ejercen merced a la concentración, a su vez, tal como denuncia la investigación de la Aduana, puede estar encubriendo maniobras para la fuga de divisas accediendo a los dólares del mercado oficial.