El próximo 22 de agosto el triunvirato de la CGT cumple un año en funciones. Ese mismo día se debe realizar la marcha a Plaza de Mayo para protestar contra el plan económico del Gobierno. Sin embargo, es probable que antes de esa fecha la CGT inicie el proceso para retornar la conducción unipersonal e incluso, fruto de la puja interna en la central obrera, es también posible que el resultado de las PASO determine la suerte de la tan mentada movilización. 

El plenario ampliado de secretarios generales de la semana pasada sacó a la superficie la interna que existe entre el moyanismo y los gordos e independientes, cuando dirigentes que responden al camionero promovieron la convocatoria a un paro nacional. Si bien ese día la pulseada se resolvió con el anuncio de llamar al Comité Central Confederal, el órgano con capacidad para ordenar una medida de fuerza de esa magnitud, la pelea no terminó allí. Ayer, mientras los triunviros Juan Carlos Schmid, Carlos Acuña y Héctor Daer mantenían una reunión, llegó al edificio de la CGT el anuncio de la realización de un nuevo plenario de secretarios generales para el 17 de agosto convocado por el propio Pablo Moyano como secretario Gremial de la CGT. 

La iniciativa provocó el malestar de los gordos e incluso de los dirigentes que conforman el sector denominado como independientes, todos sindicatos importantes en cantidad de afiliados. Los llamados telefónicos entre estos dirigentes comenzaron a cruzarse y coincidieron en que la iniciativa de Moyano tiene como “objetivo” acelerar el fin del triunvirato y posicionarse para conducir la CGT. La primera reacción fue impedir ese encuentro y, basándose en los estatutos de la central obrera, se acordó redactar una nota para distribuir entre seccionales y regionales ordenando no participar del llamado del camionero. El primero en hacerlo fue el jefe de empleados de comercio, Armando Cavalieri, cuyo texto se usó de modelo en entre el resto de los sindicatos. En la nota se afirma que la convocatoria no fue autorizada por el Consejo Directivo y de hacerlo la responsabilidad recae en la Secretaría de Interior, hoy en manos del metalúrgico Francisco “Barba” Gutiérrez. 

Más allá de cuál pueda ser la reacción del camionero a partir de la movida por suspender su iniciativa, dirigentes enrolados en los gordos aseguraron a PáginaI12 que “son prácticamente nulas las posibilidades de que un Moyano vuelva a conducir” la central obrera. Una definición que preanuncia un quiebre en la CGT donde gordos e independientes ya cuentan como aliados a los 35 sindicatos que forman el MASA y la treintena de la Corriente Federal para la futura definición. La potencia de esta alianza no sólo pasa por la cantidad de gremios que aglutina sino más bien por la cantidad de delegados que les corresponde en un congreso, fruto del número de afiliados. En este frente o alianza interna de la CGT, el nombre que más suena para ofrecer como único secretario general es el de Héctor Daer. Por ahora el titular de Sanidad no hizo declaraciones al respecto pero entre sus colaboradores más estrechos afirman que la idea le gusta.

En este escenario se avecinan dos fechas que tienen su peso político. Por un lado las primarias del 13 de agosto que, en el análisis del universo de los gordos, puede determinar incluso la suerte de la otra fecha importante en la agenda de la CGT, la marcha del 22. El análisis que realiza en este grupo sindical es que el más que probable triunfo de Cristina Fernández de Kirchner obligará al mundo sindical a reconfigurar la estrategia porque, sostienen, la marcha “podrá ser un objetivo político para los sectores afines al gobierno”. Se refieren a que cualquier inconveniente, problema o confrontación con la policía durante la movilización hacia Plaza de Mayo redundará en un beneficio electoral para el gobierno. Entonces, entre los gordos crece la idea de la conveniencia de suspender la marcha pero la duda está en quién lo hace. Algunos creen que podría ser CFK que, fortalecida por las PASO, puede hacerlo como hizo cuando le recomendó a la Corriente Federal no hacer la gran marcha prevista para el 7 de agosto.