El partido entre el Real Madrid y el Partizán de Belgrado, disputado este jueves por la Euroliga de básquetbol, debió ser suspendido después de que estallara una batalla campal entre jugadores de ambos equipos, cuando quedaba un minuto y cuarenta segundos por jugar.

El Real Madrid de Gabriel Deck iba perdiendo 95-80 en ese momento. El martes ya había sufrido una primera derrota en casa, con lo que se le había complicado mucho su playoff de cuartos de final.

Una falta antideportiva del experimentado Sergio Llull sobre el estadounidense del Partizán Kevin Punter fue la chispa que encendió la mecha. Tras un cara a cara entre los dos jugadores involucrados en esa acción, comenzaron los empujones y los manotazos generalizados.

El que se llevó la peor parte fue el australiano Dante Exum, quien terminó abandonando la cancha sin poder apoyar en el suelo el tobillo izquierdo y teniendo que ayudarse en otros miembros de su equipo, por lo que se presume que se perderá varios encuentros.

El escolta de pasado en la NBA fue víctima de una brutal toma de judo de parte del francés Guerschon Yabusele, ala-pívot de 2,04 metros de altura y 123 kilos.

El bosnio Džanan Musa, del Real Madrid, también resultó herido tras recibir un golpe de parte de Punter.

El estadounidense Kevin Punter golpea al bosnio Musa en el rostro. (Foto: EFE)

Después de más de diez minutos de deliberación arbitral, y de un cónclave entre árbitros y entrenadores, el referí principal Sreten Radovic dio por finalizado el partido.

Rudy Fernández, alero del Real Madrid, se refirió a la gresca y le pidió perdón a los "aficionados del Real Madrid y al baloncesto en general", deseando que "esto no vuelva a ocurrir".

"Hay que pedir perdón a nuestros aficionados y al baloncesto en general. No se tienen que ver estas situaciones, pero con muchas pulsaciones se cometen errores y esto es lo que ha pasado", observó.

"Somos dos clubes amigos. La tensión del partido se debe quedar en lo de hoy y que sigamos jugando al baloncesto y que esto no vuelva a pasar", añadió.

Por su parte, Zeljko Obradovic, el entrenador del Partizán, se mostró conciliador. "Creo que esto que ha ocurrido no es bueno para el baloncesto, para el Madrid o el Partizán. Los jugadores tienen emociones, se han saludado al final y no pasa nada. Desde este momento voy a intentar calmar las cosas, quiero que se hable de baloncesto. En Belgrado voy a intentar calmar a toda la gente. No van a hacer nada contra el Real Madrid. Necesitamos hablar de baloncesto", subrayó.

El próximo partido entre ambos en esta serie será en Belgrado, el martes 2 de mayo. El playoff se disputa al mejor de cinco partidos.

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