La casa del expresidente Jair Bolsonaro fue allanada este miércoles por orden de la Corte Suprema de Brasil y seis personas fueron detenidas, en el marco de una investigación sobre la violación al archivo del Ministerio de Salud para emitir certificados falsos de vacunación contra la Covid-19.

Entre detenidos del operativo se encuentran el ex edecán Mauro Cid, considerado la mano derecha de Bolsonaro, y cinco miembros de su equipo de seguridad durante su presidencia, que se extendió desde 2019 hasta 2022.

El expresidente estuvo presente al momento de realizarse el allanamiento en su casa ubicada en el barrio privado del Lago Norte de Brasilia. Se la alquila el Partido Liberal desde que regresó al país en marzo luego de pasar tres meses en Estados Unidos. Tanto su celular como el de su esposa Michelle fueron confiscados.

"Nunca me pidieron el certificado de vacuna en ningún lugar y no existe adulteración de mi parte. No tomé la vacuna y punto final. Nunca negué eso", sostuvo Bolsonaro ante periodistas frente a su residencia. Y agregó: "Estoy realmente sorprendido por el allanamiento y la incautación. No tengo nada más que decir", señaló.

Según la policia, se detectó "la existencia de indicios de inserción de datos falsos sobre la vacuna contra la covid-19" en relación al entonces presidente: habría recibido una primera dosis de Pfizer el pasado 13 de agosto y una segunda del mismo fabricante el 14 de octubre. Ambos supuestos pinchazos fueron registrados en un ambulatorio de Duque de Caxias, aunque no hay pruebas de que Bolsonaro estuvo allí en los días señalados.

Los datos de ambas vacunas solo se subieron al sistema el pasado 21 de diciembre. Si bien los registros de las dos vacunas fueron eliminados seis días después bajo la alegación de que se trataba de un "error".

Certificados truchos

Según la investigación, comandada por el juez Alexandre de Moraes, los datos de vacunación del exmandatario, varios de sus familiares y asesores habrían sido manipulados para obtener permiso para entrar a Estados Unidos.

"Con eso, dichas personas pudieron emitir los respectivos certificados de vacunación y utilizarlos para eludir las actuales restricciones sanitarias impuestas por las autoridades públicas (Brasil y Estados Unidos) destinadas a prevenir la propagación de enfermedades contagiosas, en este caso, la pandemia de covid", señala el comunicado divulgado por la Policía Federal.

El certificado de vacunación es obligatorio para entrar a Estados Unidos hasta el 11 de mayo próximo, cuando la norma dejará de regir, según anunció este lunes la Casa Blanca.

Aunque los funcionarios de gobiernos extranjeros estaban exentos de ese requisito, se desconoce cómo las autoridades estadounidenses manejaron el caso de Bolsonaro después de que terminó su mandato el 1 de enero.

Un gobierno antivacuna

El líder ultraderechista siempre fue un negacionista de la pandemia de la Covid-19, al punto de desafiar los consejos que brindaban los expertos acerca del manejo de la problemática y la utilización de las vacunas. En reiteradas ocasiones repitió publicamente que no se vacunaría, y llegó a decir que quien lo hiciera corría el riesgo de convertirse en "caimán".

Brasil registra un total de más de 700 mil fallecimientos desde el inicio de la pandemia en 2020. Durante los cuatro años de gobierno bolsonarista, hubo cuatro ministros de salud diferentes: Luis Enrique Mandetta (de enero de 2019 a abril de 2020), Nelson Luiz Sperle Teich (de abril a mayo de 2020), Eduardo Pazuello (de mayo de 2020 a marzo de 2021) y Marcelo Antônio Cartaxo Queiroga Lopes (de marzo de 2021 a diciembre de 2022).

La gestión de Pazuello, General del Ejército brasileño, es de las mas cuestionadas a raiz de su incapacidad para mitigar los contagios y el crecimiento exponencial de muertes por el Coronavirus. A raiz de esto, Bolsonaro nombró al siguiente ministro y finalmente admitió era más grave que una "gripecita" y encargo la compra de millones de vacunas.

Varias causas entre manos

El 30 de octubre del año pasado, Lula Da Silva ganá las elecciones presidenciales en un historico balotage ante Jair Bolsonaro: el Partido de los Trabajadores obtuvo el 50,9% de los votos, mientras que el Partido Liberal el 49,1%. Tras su derrota, el expresidente decidió viajar a Estados Unidos el 30 de diciembre, dos días antes de la toma de posesión de su sucesor. Allí permaneció hasta el 30 de marzo.

Una vez que regresó al país, tuvo que declarar dos veces ante la Policía Federal. La primera vez fue el 5 de abril, en el marco de una investigación abierta por el ingreso irregular a Brasil de valiosas joyas regaladas por Arabia Saudita en 2021, y la segunda la semana pasada, como parte de otra investigación sobre su presunto papel en los disturbios del 8 de enero, cuando miles de sus seguidores invadieron las sedes de los tres poderes del Estado en la capital brasileña en un intento de tumbar a Lula, quien había asumido siete días antes.

Este miércoles fue citado a declarar tras el allanamiento a su residencia, pero sus abogados han logrado postergar ese trámite, con el alegato de que aún no han tenido acceso a los autos del proceso.

En total, Bolsonaro enfrenta cuatro investigaciones de la Corte Suprema que podrían enviarlo a prisión, y también 16 casos ante el Tribunal Superior Electoral (TSE) de Brasil.

El TSE, que investiga en particular las afirmaciones no probadas de Bolsonaro de fraude generalizado en el sistema electoral de Brasil, podría despojarlo de su derecho a postularse para la presidencia durante ocho años, apartándolo de esa carrera en 2026.